Azotado por años de violencia,  represión y pobreza, los pronósticos de que Afganistán pudiera llegar a realizar los segundos comicios, tras la invasión de EE.UU. en el 2001, eran pesimistas. Pero, finalmente, el pasado jueves, desafiando las amenazas del movimiento fundamentalista Talibán, ciudadanos del país asiático acudieron a las urnas para elegir presidente de la República y representantes a los consejos provinciales.

Unos 17 millones de afganos fueron los llamados a sufragar, del total de 33 millones de habitantes. Aún no se conoce cuántos lo hicieron, pero se estima que la abstinencia alcanzaría el 50%. La mayor ausencia estaría en el sur y sudeste del país, bastión del Talibán, que amenazó con cortarles los dedos a quienes votaran.

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Afganistán es uno de los países más pobres del mundo, señalan analistas. Allí, día a día miles de soldados de diversos países combaten para derrotar al movimiento Talibán, que fue derrocado del poder en el 2001, pero sigue dando batalla.

El fin del Talibán comenzó el 7 de octubre del 2001, cuando EE.UU. y numerosos países aliados comenzaron a ocupar Afganistán. ¿El motivo? EE.UU. acusaba al régimen talibán afgano de ocultar a Osama bin Laden, responsable de los atentados del 11 de septiembre de ese año, y luego de muchos más que se ha atribuido en diferentes partes del mundo.

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El 13 de noviembre, la toma de la capital, Kabul, marcó el fin del régimen extremista y se impuso a Hamid Karzai como nuevo presidente.  Bin Laden no ha sido capturado, la guerra sigue y el Talibán ha ido ocupando nuevamente territorios. Un informe del Consejo Internacional para la Seguridad y el Desarrollo (ICOS, por sus siglas en inglés), influyente centro de análisis con sede en Bruselas, señala que los insurgentes tienen una presencia permanente en el 72% del territorio afgano y es un gobierno de facto en gran número de pueblos.

Los comicios se realizaron poco después de que EE.UU. y sus aliados europeos definieran una nueva estrategia para Afganistán, que incluye, además de un aumento de tropas, el fortalecimiento institucional del país. Las elecciones son parte importante de este objetivo.

Las primeras elecciones que se realizaron en Afganistán, en el 2004, fueron organizadas por la misión de la ONU conjuntamente con las autoridades afganas. En este caso, por primera vez la conducción estuvo a cargo de la Comisión Electoral Afgana, no obstante la comunidad internacional aportó fondos por unos $ 200 millones.

El nuevo gobierno de EE.UU. ha jugado un papel fundamental. Desde sus tiempos de senador, Obama consideraba que el afgano era “el frente olvidado” en la llamada guerra contra el terrorismo y que Iraq había sido una costosa distracción en ese esfuerzo. Por eso en enero pasado, al llegar al poder, anunció un cambio de estrategia y la transferencia de unos 21.000 soldados a Afganistán, muchos de ellos sacados de cuadros originalmente destinados a Iraq.

Hamid Karzai, el actual presidente, catapultado al poder en el 2001 por EE.UU. y ganador posteriormente de las primeras elecciones afganas en el 2004, es el favorito para vencer en la contienda. Aunque ha contado con el apoyo de Occidente durante la mayor parte de su mandato, hoy en día “es visto como un hombre ineficiente”.

El otro opcionado es Abdullah Abdullah, ex canciller de Karzai, quien aboga por cambios radicales en las estructuras de gobierno. También favorece una negociación con el Talibán que no incluya a altos dirigentes de este movimiento.

Ambos se han autoproclamado ganadores. Si uno de ellos no obtiene el 50% más uno de los votos, se produciría una segunda vuelta.

Apuntes: Refugiados y violencia
Desplazados
Cerca de cinco millones de afganos han regresado desde la caída del movimiento Talibán. Sin embargo, más de tres millones de personas viven refugiadas en el extranjero o se han tenido que desplazar internamente para huir de los conflictos.

Año violento
Cifras de las Naciones Unidas señalan que el 2008 fue el año más violento en Afganistán desde la ofensiva estadounidense y sus aliados del 2001, con un promedio de al menos 857 ataques por mes.