Es escritor sin estudiar letras. Prefiere tomar cursos de teología en su país natal. Sus libros los escribió a base de viajes hechos a Italia y otros países de Europa, donde ha encontrado historia religiosa que aportó a sus dos textos: El inquisidor y La sexta vía. Es Patricio Sturlese, autor argentino que no se imaginó que estos libros llegarían a ser best sellers. En una entrevista con este Diario, Sturlese –quien llegó a Ecuador invitado por la librería Mr. Books para presentar su reciente  obra– contó sobre sus inicios, la inspiración que tuvo para crear los ejemplares y un poco sobre su vida.

Inquisidor y La sexta vía, dos obras literarias con temas sacros. ¿Qué lo incentiva a escribir este tipo de historias?
Me motivó descubrir en Roma la estatua de Giordano Bruno, que es un hereje italiano del siglo XVI, quemado allí por malinterpretar las ciencias cristianas.

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El inquisidor tiene una narrativa que engancha desde sus primeras líneas ¿Cómo logra escribir con esa fluidez,  considerando que usted no estudió literatura?
Sí. Yo no estudié letras. Barría hojas y escribía. Simplemente hago esto y hago lo que hago, me sale así (chasquea los dedos). Mentiría si dijera que estudié algo para escribir. Salí al mundo de la noche a la mañana, de barrer hojas a firmar hojas.

¿Cómo asimiló este contraste?
Fue muy violento, muy agresivo. Al principio me traumó, porque no podía verme a mí mismo en ese papel de salir a un teatro, hablar con cientos de personas y firmar horas y horas libros. Volver a Argentina y pasar por delante de las casas donde barría las hojas y tenía ganas de meterme y decir: no quiero lo otro, lo otro es una locura. Hasta que de a poco lo acepté.

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“Un ciclo irrepetible de mi inspiración descansa en esta obra”, reposa en el libro. ¿Esa inspiración será una vivencia?
Sí. Fueron meses y años de caminar por mi ciudad, que es muy boscosa. Ver árboles en el otoño, escuchar música. Y eso pasó como un fogonazo, como una escena cinematográfica. Un ciclo irrepetible de mi vida.

En el texto de La sexta vía, el fray Bernardo Torremolinos es un inquisidor que tortura a Dariusz. ¿Por qué este religioso comete esos actos?
Porque era correcto en ese entonces. Hoy sí pasa eso, pero no en la Iglesia. Hoy se lo ve en el aborto, hoy está bien visto matar por esos aspectos, porque hay quienes los aplauden. Las cosas que pasan en el presente nos comprometerán en el futuro, quizás después de 500 años diremos: aplaudíamos cosas que realmente eran detestables.

¿Por qué le atrae tanto la religión para contarla en un libro? ¿Quiere  descubrir algo sobre esta?
Yo trato de hacer sacro-thrilleros positivos. Plantear lo que es, que quizá no es todo falso. No hay que dar un sacro-thriller para decir que Cristo no existió, Dios no existe, la Iglesia es una adicción, que es una manipulación. Creo que hoy hay muchos autores que están dentro de una moda teofóbica.

En La sexta vía se dice: “Estamos ciegos en la vía del dolor. Esperando por lo que vendrá”. ¿A qué hace referencia esta frase?
Es una frase que la pensé durante 400 metros mientras caminaba en Bellavista para tomar un café en el otoño del 2007. Simplifica todo lo que viene después dentro del cuerpo del libro. Estamos acá, ciegos porque no sabemos de dónde venimos todavía. Cuando me preguntan cuál es mi opinión con respecto a los libros, ideologías y demás, siempre digo que yo no vendo ideologías, yo planteo cosas para que el lector las resuelva.

¿Usted se inspiró en otras obras para crear sus libros?
No. Mi inspiración para la creación literaria no viene de libros, me inspiro más por la música. No puedo copiar una novela, ni siquiera soy un devoranovelas, leo lo normal.

¿Qué lo lleva a escribir sacro-thrillers?
Escribir sacro-thrillers tiene su riesgo, el mezclar teología con historias, con realidades mundanas se va a veces a que se malinterprete. No entiendo por qué hay librerías que quitan mis libros de venta y me mandan presentaciones acusándome de anticlerical. No puedo entender que haya ciertas partes que son cerradas del cristianismo católico y vean a todo lo que se mueve como una ofensa. Mis libros no son anticlericales, no tocan dogmas de fe. Es más, el personaje principal es un sacerdote católico, de actitudes y aspectos que mueven su época.

¿Por qué leer La sexta vía?
Porque se pueden dar unas vacaciones por el Renacimiento y porque van a descubrir personajes atractivos.

Perfil
Patricio Sturlese
EDAD
35 años
OBRAS
El inquisidor y La sexta vía.
GÉNERO
Novela.
Otros
Toma cursos en el teologado jesuita Máximo de San Miguel de Buenos Aires. Es de padre genovés y madre argentina.