José Luis Castro
Guayaquil.- No se puede caminar por Urdesa, porque con seguridad lo asaltan pillos que se movilizan a pie, moto o  carro y amedrentan con pistolas y cuchillos.

Si usted anda en vehículo particular, también se arriesga a ser interceptado por automotores conducidos por hampones. Si va a un restaurante, igual, puede que no termine de comer y pase un mal rato por un asalto. Si anda en colectivo, con seguridad se bajará sin su cartera, reloj o billetera. Hay tanto movimiento comercial en Urdesa (bancos, negocios de todo tipo, restaurantes...), y ningún tipo de vigilancia policial ni militar, que por eso los delincuentes hacen de las suyas. Los puntos de entrada y salida de Urdesa jamás están vigilados con policías. Solo se suele ver patrulleros cuando va a pasar por la ciudadela alguna autoridad. Esta situación de inseguridad es real, todos los días se aparecen ladrones a robar. Y no es solo un sueño ni espejismo, ni mucho menos "percepción", es real. Pido al Ejército que custodie nuestras calles.

Miraflores, Kennedy, Los Ceibos, San Felipe, Florida, Martha de Roldós son otras de las ciudadelas que corren la misma mala suerte.

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José Luis Castro,
Guayaquil