Señales de distensión en prolongada crisis diplomática entre Quito y Bogotá
Ecuador y Colombia tuvieron este fin de semana el gesto más nítido de distensión desde la ruptura de sus relaciones diplomáticas en marzo de 2008, aunque del lado ecuatoriano persisten las exigencias de carácter bilateral y las críticas al acuerdo militar entre Bogotá y Washington.

El presidente colombiano, Alvaro Uribe, dio el primer paso al pedirle perdón nuevamente a Quito por la incursión militar que derivó en la prolongada crisis.

"Yo les pido perdón por eso, se los dijimos (el año pasado) en República Dominicana (...), creo que puede haber un diálogo con el Ecuador sobre todos estos temas y resolverlos a futuro. A nosotros lo que nos interesa es el futuro", afirmó Uribe.

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Durante el ataque -rechazado por la OEA como una violación a la soberanía ecuatoriana-, las fuerzas colombianas bombardearon un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC, dando muerte al líder rebelde Raúl Reyes y a otras 24 personas, incluidos cuatro mexicanos y un ecuatoriano.

Ante el gesto de Uribe su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, mostró una actitud reconciliadora, pero sin dejar de lado sus exigencias para retomar el diálogo bilateral.

"El presidente Uribe ha pedido nuevamente perdón, lo aceptamos", afirmó Correa, y recordó los pedidos de su gobierno que incluyen el fin de las denuncias vinculando a su gobierno con la guerrilla marxista de las FARC.

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"Paren todo eso y nos sentamos a dialogar, yo nunca podré darle un abrazo fraternal a quien bombardeó mi patria, pero como caballero sí podré estrechar la mano al representante de un país hermano y de un pueblo hermano", sostuvo.

Asimismo, mostró su disposición a "conversar para disminuir las tensiones", enfatizando en que su país "no reparará esto sin justicia ni dignidad".

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"Nos han pedido nuevamente disculpas, las aceptamos de corazón, pongámonos a trabajar juntos para construir la paz, para recobrar las relaciones fraternas que ha habido siempre entre Colombia y Ecuador", declaró el presidente.

Luego del ataque de 2008, el gobierno de Uribe aseguró haber hallado unos computadores de Reyes con archivos que relacionan a Correa con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).

Correa ha negado cualquier vínculo con esa organización, y exigido a Bogotá que entregue el video del bombardeo ante sus sospechas de que Estados Unidos participó en la acción; así como archivos electrónicos incautados a Reyes.

Además, pidió una indemnización y el apoyo económico de Colombia para la atención de los refugiados colombianos por la violencia.

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Al tiempo que envió una señal de distensión, el jefe de Estado ecuatoriano reparó en el acuerdo por el cual Colombia autorizará la presencia militar estadounidense en su territorio.

"Ojalá que no le tenga que pedir también perdón a Sudamérica aceptando bases extranjeras en Colombia, porque esa no es una cuestión de soberanía de Colombia, es una cuestión que afecta a toda la región", afirmó.

Bogotá cerró el viernes las negociaciones de un acuerdo militar con Estados Unidos que le permitirá a ese país usar siete bases colombianas para la lucha contra el narcotráfico el terrorismo.

El convenio es rechazado por varios gobiernos de izquierda -que lo tildan de amenaza para la estabilidad-, y dio pie a la convocatoria de una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se realizará  el 28 de agosto en Bariloche, Argentina.