Ecuador asumió la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) con el reto de consolidar la integración regional en medio de serias diferencias entre algunos de sus países miembros. Incluso con presagios de “vientos de guerra”, como lo señaló el lunes pasado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la reunión ordinaria del organismo en Quito.

La instalación de siete bases militares estadounidenses en Colombia y la reactivación de la Cuarta Flota del Atlántico Sur para la lucha contra el terrorismo y narcotráfico, para algunos mandatarios de la Unasur es una “amenaza y provocación” a la estabilidad de la región.

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A esto se suma la advertencia de Ecuador a Colombia de responder militarmente si agrede otra vez su soberanía, como ocurrió en Angostura, el 1 de marzo del 2008; la amenaza de Hugo Chávez a Colombia de “una respuesta militar contundente” si ocurre algo similar con Venezuela.

Además, el problema pendiente entre Chile y Perú por los límites marítimos.

El canciller Fander Falconí reconoció que estas diferencias limitan una integración eficaz que  Rafael Correa, como presidente de la Unasur,  intentará resolver.

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“Sin duda no se puede soslayar los problemas que existen de orden bilateral. Las relaciones rotas entre Ecuador y Colombia son un factor negativo para la integración”, precisó.

Pero, intentará impulsar la estructuración de una nueva arquitectura financiera a través del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre).

El presidente Correa dijo que Sudamérica puede convertirse en la cuarta potencia económica del mundo si suman esfuerzos para mejorar la producción. Por ello impulsará la creación de  nuevos consejos como el de biodiversidad, medio ambiente. agricultura, entre otros. “Todo proceso de integración se basa en la voluntad política de los países de acercarse por un futuro en común. Si hay divergencia se alteran los ritmos de la integración”, dijo Falconí.

Por lo pronto el próximo 24 de agosto se realizará en Quito o Galápagos la reunión del Consejo Sudamericano de Defensa, con los ministros de Defensa de la Unasur, para analizar los alcances de la instalación de las bases militares en Colombia, esto mientras se prepara la cumbre de mandatarios en Buenos Aires (Argentina), por el mismo asunto.   

Ayer el ministro de Defensa, Javier Ponce, dijo que sería “poco inteligente” que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, no asista a la cita en Argentina. “Si (Uribe) desiste de asistir a Buenos Aires se margina y se excluye de todo el proceso de integración. No quiero ni imaginarme una tontería así”.

El canciller colombiano Jaime Bermúdez consideró que su país mantendrá la prudencia en sus declaraciones para evitar caer en provocaciones.

“En el manejo de las relaciones exteriores hay tres ideas fundamentales que creo que hay que preservar: firmeza para defender claramente los intereses nacionales, audacia para explorar siempre nuevas oportunidades y prudencia para no caer en provocaciones innecesarias”, manifestó.

Detalles: Conflictos entre países