Mirar cine latinoamericano en un mar abarrotado de lo made in Hollywood resulta no solo refrescante sino relajante, aun cuando se trate de una cinta colombiana donde el lenguaje fuerte, la sangre, los disparos y las traiciones se roban la pantalla. Perro come perro es la película de Carlos Moreno, un director que debuta con buena cola, demostrando no solo su potencial sino explotándolo.