Para los funcionarios de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), la toma del aeropuerto Eloy Alfaro de Manta, efectuada la noche del pasado  viernes con apoyo de policías y militares, forma parte de un proceso de transición para reasumir el control total del manejo administrativo y operacional de esta terminal aérea.

Mientras que para las autoridades del Cabildo es una violación a las normas jurídicas establecidas. Con ese escenario, pasajeros que debieron tomar ayer los vuelos en este aeropuerto se toparon con un control exhaustivo de policías.

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Gabriel Maquilón, funcionario de la Subdirección de Aviación Civil, indicó que la intervención de las Fuerzas Armadas y policías en el aeropuerto fue un respaldo a la acción que daba paso a la transición.

“Es para acatar el decreto 1112, firmado el 28 de mayo del 2008, en donde el Gobierno revertía el decreto 1050 –emitido en el gobierno de Lucio Gutiérrez–, por lo que la DGAC y el Ministerio de Defensa retomaban el manejo de este aeropuerto”, dijo Maquilón.

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Adriano Zambrano, director de la DGAC en Manta, señaló que este paso se originó por el  incumplimiento de los funcionarios de la Corporación Aeroportuaria de Manta (Corpam).

Estos equipos, según Zambrano,  servirían  para suplir el mantenimiento que brindaba el Centro de Operaciones de Avanzada de los Estados Unidos (FOL, por sus siglas en inglés) hasta el pasado viernes, que realizó su última operación de interdicción antinarcótica.

Jorge Álava, quien hasta el viernes pasado fue el director ejecutivo de la Corpam, declaró que aún no se les ha notificado la medida, pues esa noche policías llegaron al aeropuerto y  despojaron a cuatro funcionarios de las llaves y los obligaron a salir de las instalaciones.