El título Maduritas, macrobióticas y multiorgásmicas más de uno puede asociarlo con una comedia burda. Con una obra donde prima la risa fácil, lograda a partir de un humor basado en estereotipos. Pero aunque el título sugiera esa posibilidad, el contenido de esta pieza teatral se desplaza hacia otros territorios. No es que no esté presente el humor. Lo hay, y en grandes dosis, pero es un humor bien elaborado, pensado, que saca una sonrisa  y   no agrede.

Las protagonistas de esta pieza, escrita por el dramaturgo guayaquileño Cristian Cortez, y dirigida por Maribel Solines, son tres actrices con trayectoria en el medio: Martha Ontaneda, Estela Álvarez y Miriam Murillo.
Ellas interpretan a tres amigas que se reencuentran para conversar y ver un espectáculo de hombres (se entiende que un strip-tease).

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Sofía (Ontaneda), la más sofisticada del grupo, es la primera en llegar.
Espera a sus amigas en un lugar con una escenografía sobria, de color blanco. Luego se suman Brígida (Álvarez), que tiene un problema de sordera; y Jacqueline (Murillo), la más desinhibida y moderna. Mientras esperan el espectáculo, que es el pretexto para juntarse, van revelando sus  vidas y conflictos.

Primero aflora en ellas el sentimiento de la apariencia, de la coraza que les impide mostrarse como realmente son, del fingir que están bien, mientras se lanzan bromas fuertes, que son como dardos. Pero poco a poco se   encuentran con sí mismas, se despojan de las máscaras y afloran sus miedos, sus frustraciones, sus verdades. De paso, reivindican su amistad.

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A través del tiempo que dura la obra (más de una hora), las amigas hacen  un viaje, se transforman, mutan. Echan una mirada, entre jocosa y amarga, a lo que significa el paso del tiempo, el llegar a la vejez. La escenografía es   muy decidora del contenido y más del final, que puede resultar sorprendente para quien no ha leído o se ha enterado previamente del argumento. Es una pieza teatral a lo Q.E.P.D. de Pipo Martínez.

Datos
La obra Maduritas, macrobióticas y multiorgásmicas se presenta hoy y mañana, a las 20:30, en el MAAC (Malecón y Loja). La entrada cuesta $ 20.

Esta pieza teatral hace una especie de homenaje al desaparecido dramaturgo José Martínez Queirolo.