Harry Potter y el misterio del príncipe, la sexta entrega fílmica de las aventuras del joven mago más famoso del cine moderno, ha vuelto a conmocionar a sus fanáticos. Pero también a los profanos, gracias a la capacidad de esta espectacular saga de crear un mundo fascinante y autosuficiente, rico en personajes, escenarios y conflictos en el que podemos imbuirnos olvidando por completo el mundo real. Solo su impresionante inicio, con hermosísimas vistas aéreas de Londres, embestido por los malvados mortífagos, uno de los momentos más brillantes del filme, tiene lugar en el mundo humano.