Jorge Martillo Monserrate.- "Esta rumba se baila así", le susurró Eloy Macías a su novia acoplándola a su cuerpo, a su ritmo salsero. Eso ocurría en la pista del Copacabanna mientras en el escenario Gustavo Enrique, acompañado de su orquesta, sazonaba la velada con un menú de éxitos tropicales que arrastraba a los bailadores a marcar el paso en espera del plato fuerte de la jornada.
Eran las 23:00 del sábado y el público había copado el centro de eventos, pese a que era la segunda noche en que se realizaba el tributo a Héctor Lavoe a cargo de Van Lester. En una mesa a escasos metros del escenario, Francisco Martínez, acompañado por su esposa e hija, alza su vaso de whisky, brinda en honor a Lavoe y dice: "No podía faltar, tengo todos sus discos y me sé sus canciones de memoria".
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El tributo a cargo del también puertorriqueño Van Lester era porque el 29 de junio de 1993, hace 16 años, falleció Héctor Lavoe, verdadero ícono de la salsa. Homenaje para recordar canciones como Periódico de ayer, El cantante, Juanito Alimaña, Hacha y machete, La murga de Panamá, etcétera.
Temas que esa noche sus fans deseaban revivir en voz de Van Lester.
Pasada la medianoche, el periodista especializado en salsa Jessie Ramírez presenta a Van Lester como "al verdadero heredero de Héctor Lavoe". Este, quien tiene un gran parecido físico y de estilo interpretativo con Lavoe, entra pisando fuerte y canta Tributo a Héctor Lavoe: "Hoy le rendimos tributo/Le rendimos homenaje/Al señor Héctor Lavoe/Cantante de los cantantes//Cantante que se merece/Todo el respeto del mundo/Pues canta de lo profundo...".
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El público rompe en aplausos, aunque ninguna pareja invade la pista. Lester luce un traje crema y gafas, agradece y aclara: "Quiero dejar sentado que he venido a cantar las canciones de Héctor Lavoe porque podrá haber muchos Van Lester pero solo hay un Héctor Lavoe". Sus palabras son premiadas con vivas y aplausos.
Aunque algunos salseros acostumbran a cerrar sus conciertos con el tema El cantante -escrito por Rubén Blades y hecho inmortal por Lavoe- Lester lo interpreta casi al inicio e invita a las parejas a bailarlo.
Aunque las cervezas están bien heladas, la noche se torna caliente. El público pide a gritos sus canciones preferidas. Muy bien acompañado por la orquesta de Gustavo Enrique, Lester va encendiendo la rumba con Juanito Alimaña, Periódico de ayer, Hacha y machete...
Lester se mueve en el escenario como Lavoe, aunque no lo imita pues es un artista de gran valía y talento propio. Algunas parejas dejan de bailar y se acercan al escenario para la típica foto del recuerdo, a lo que el artista accede con una sonrisa.
El final del tributo es anunciado al son de "Soy la voz que dieron por muerta...". Pero no es así porque la gente exige más y la noche termina en un dancing endemoniado al ritmo de Mi gente.