Es feliz sin tener marido, todo lo contrario del rol que ejerce en el monólogo No seré feliz, pero tengo marido, que presenta hoy y mañana en Guayaquil. Es la actriz colombiana Amparo Grisales, quien a sus 52 años  ha hecho con  éxito teatro, televisión y cine y es conocida como una bomba sexual, cuyos atributos se mostraron en su esplendor en la revista Soho. Su más reciente trabajo fue la telenovela Madre Luna, en la que encarnó a una valiente campesina.

¿Por qué recién trae su monólogo al país?
Porque estaba haciendo la novela Madre Luna que me tomó un año, luego estuve de gira por todo el país, llevo 220 representaciones. Ahora estoy grabando la serie Las fantásticas, donde soy la protagonista, Lucrecia, que es la esposa del capo mayor. Es escrita por el mismo que escribió El cartel de los sapos. Me volé para hacer esto en Ecuador y teníamos hace rato ganas de venir acá.

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¿Qué es lo que más le gusta de su monólogo?
Todo, desde que leí el libreto. Mi hermana compró los derechos y me convenció para que lo hiciera, y ya llevamos tres temporadas. Es una comedia picaresca, una relación vista desde un punto muy divertido. Ahí canto, actúo, bailo, hago llorar. Es humor no basado en la grosería, la gente ríe porque se siente identificada, los señores como las señoras. El mensaje es que hay que intentarlo de nuevo, que quizás ese hombre que no nos valoró nos está dando la oportunidad de hallar a alguien que nos haga feliz.

¿Qué viste durante la obra?
Mientra actúo me voy cambiando, sin que haya baches de silencio. Entro con mucha ropa y termino con poca. También hay un striptease en el que el  hombre por más divina que es la mujer prefiere el fútbol, la manda a que estacione el carro.

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¿La han mandado a estacionar el carro?
No, porque no he tenido marido (ríe), solo amantes. Porque cuando no son dueños de uno valoran más lo que pueden perder.

Después de Ecuador, ¿adónde irá?
A EE.UU. Arranco con el monólogo en Miami, sigo a Nueva York, Atlanta, Chicago, Los Ángeles, Texas. Va a coincidir con el estreno allá de Las fantásticas, y también están pasando Madre Luna.

¿Se imagina como madre y ama de casa?
Ni me ha pasado por la cabeza, mi amor, ¡ja, ja!, no he tenido tiempo, he trabajado tanto y me divierto tanto que no me lo quiero ni imaginar. Admiro a las amas de casa y a las que tienen que levantar solas a sus hijos, son mis heroínas, pero desde pequeña lo tuve bien claro en mi cabeza. La actuación ha sido toda mi vida. Los hombres a veces no toleran ni la fama, ni que  trabajes tanto por fuera, se entusiasman porque eres actriz y después  quieren sacarte de ello, son muy celosos.

¿Algún papel que la haya representado?
Mi esencia está en todos los personajes que he hecho. Lo lindo de ser actriz es que no te representas a ti misma, sería aburridísimo, no lo harías bien porque no te ves como eres.

¿Le gusta tener más de 50 años o añora la juventud?
Cómo la voy a añorar si la tuve toda plena y aún la sigo teniendo. Los límites de la edad los pone la gente, me he mantenido a punta de disciplina, para mí la edad es un detalle y la juventud es una actitud. Me alimento superbién, hago un paquete espiritual, me ejercito mucho. Cuando lo consigues con disciplina se nota en tus músculos, tu tono de piel. Tuve un amor maravilloso, Jorge Rivero, que me enseñó sobre nutrición y lo que es cuidar el cuerpo. También me pego mis  rumbas, pero  no bebo.

¿Por qué primero convertirse en actriz y después desnudarse para el público?
Las grandes actrices de Hollywood se desnudan, Charlize Theron lo hizo para un comercial. No hay que desnudarse para ser famosa, sino cuando ya se es y poder cobrar muchos millones.

Uno no trabaja gratis: Soho es una revista muy exquisita que tiene una buena imagen, a pesar de que salen mujeres desnudas. Me persiguieron  mucho tiempo hasta que dieron con la cifra que yo quería. Nunca busqué eso como trampolín, como lo hacen muchas ahora.  

¿Cuánto cobraría ahora?
No pues, mi amor, eso sí hablamos después, cuando estés dispuesta a pagar (¡ja, ja!).

¿En las fotos de Soho le hicieron arreglo con photoshop?
Te puedo demostrar que no hay retoque de nada (se levanta la falda y muestra sus muslos). Te puedo mostrar unas 200 fotos de cuando no existía el photoshop. Tengo buenos genes, porque tengo una mamá muy hermosa. Acepto que me borren una huella de un balazo que me dieron en una novela. 

¿Cuál es la parte imperfecta de su cuerpo?
Mis pies, son muy grandes, pero es que estoy bien parada sobre la tierra (¡ja, ja!): calzo 39. También soy explosiva, pero no guardo rencores. Fui celosa, pero ahora no celo, ni lloro por ningún hombre, que él llore por mí.

¿Se ha hecho cirugías?
En los senos, son muy chiquitas, me puse un poquito, pero de una manera delicada, porque si no, no me pudiera poner estos vestidos (se las toca y mira el escote).

¿Qué parte de su cuerpo es la que más le piropean?
Todo, mi amor, todo el conjunto, con el movimiento, la mirada, la sonrisa.  Soy coqueta y toda la vida lo he sido.

¿Qué le atrae de un hombre?
Un buen paquete (ríe), el conjunto. Creo que cuando hay química, en la primera mirada se siente.

¿Cuándo dice no al sexo?
Muchas veces, cuando no es mi pareja, porque no es decir venga lo hacemos, sí o no. Me gusta enamorarme, sentir burbujitas en el estómago. No soy promiscua, he tenido muchas parejas, pero una a la vez.

¿Se le ha insinuado alguna mujer?
Muchas, claro, pero a mí me gusta que me deseen las mujeres, es problema de ellas. Así van a verme al teatro, las películas y la televisión.

¿Sigue con su novio ítalo-alemán?
Sí.

¿Qué usa para dormir?
Depende: si tengo alguien que me quite la ropa, amanezco sin nada, si no, si hace frío, me arropo bien, y si hace calor, me pongo bien ligera.

¿Qué le gusta leer?
Me encantan los de metafísica.

¿Qué música le gusta oír?
Las fusiones, el reggae,  salsa antigua, son cubano. Me gusta la música para soñar,  volar.

Hoy y mañana
Lugar: Fedenador, kilómetro 4½ de la vía a Daule.
Hora: 20:00.
Valores: $ 47, $ 37, $ 27.
Puntos de venta: Marathon del Policentro y boletería del teatro. Teléfono: 220-5976.