La elección de representantes al Parlamento Andino empezó ayer con la votación de los presos sin sentencia en los 35 centros penitenciarios del país. Pese a que el padrón no varió en relación al utilizado el 26 de abril, se registró una reducción en el número de sufragantes.
Romeo Silva, director nacional de Rehabilitación, confirmó que de los 2.749 habilitados para votar la primera vez, solo 2.200 debieron sufragar esta ocasión, pues varios internos ya fueron sentenciados o recuperaron su libertad en ese lapso.
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El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar Simon, asistió a los comicios en la Cárcel de Mujeres de Quito y aseguró que el proceso se realizó con normalidad, sin mayores inconvenientes y con el entusiasmo de las internas.
“Esto es un ejemplo para todos los ecuatorianos que está reflejado en el orden para los comicios, en los que se reconocen los derechos de los ciudadanos que están privados de la libertad”, dijo el funcionario, quien resaltó los esfuerzos del CNE para cumplir con esa disposición constitucional.
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En este centro estuvieron empadronados inicialmente 96 personas, pero solo debieron sufragar 62. Simon ratificó que el material utilizado será enviado a cada delegación provincial y que el escrutinio empezará el domingo a las 17:00.
No obstante, algunas electoras advirtieron el desconocimiento de la dignidad que se eligió. “Sobre el funcionamiento del Parlamento Andino no nos informaron mucho. Lo único que nos pudimos informar por la prensa fue que teníamos que escoger a cinco personas”, declaró Pilar Torres.
María Isabel López, otra interna, dijo que sí sabía por quién votar, pues escuchó las noticias en la televisión.
Simon desvirtuó una supuesta falta de promoción en las cárceles y puntualizó que sí existió suficiente capacitación por parte de funcionarios del Consejo hacia los reclusos para que puedan ejercer su voto.
Esto fue corroborado por Silva, quien afirmó que dentro de los centros se entregaron trípticos con información relacionada a los comicios.
En la Penitenciaría del Litoral, mientras tanto, esta vez estuvieron aptos para sufragar 626 internos de la cárcel de varones, y 28 del centro de reclusión de mujeres, a diferencia de los comicios de abril pasado, en que había 1.025 electores.
Aquí el proceso se inició a las 07:15 y operaron nueve Juntas Receptoras del Voto (JRV): ocho en el recinto de varones y una en el de mujeres.
En esta última la actividad culminó en una hora y en total 26 internas sufragaron. Otras dos reclusas que constaban en el registro no se presentaron porque recuperaron su libertad apenas el jueves pasado.
Mónica Moreira, coordinadora del CNE para los comicios en la Penitenciaría, indicó que, incluso, ambas reclusas integraban la JRV y al constatar que ya no estaban en prisión se tuvo que escoger entre otras habilitadas para que asuman esa responsabilidad. En la cárcel de varones también se manejaba hasta el jueves otra cifra de votantes: 713, pero se depuró.
Para estos comicios se contó con un importante contingente de policías y militares con el fin de garantizar seguridad.