Con apenas nueve años, la actriz de la oscarizada película británica Slumdog Millionaire, Rubina Ali, ha conocido de cerca el sufrimiento y la alegría. Antes del filme su vida se desenvolvía en la pobreza y el hacinamiento. Tras la fama lograda con la cinta, unos supuestos rumores de que su padre la vendía por $ 400 mil la hicieron otra vez protagonista de las noticias del espectáculo mundial.