El periodista Mauricio Funes se convirtió ayer en el primer presidente de izquierda en la historia de El Salvador, arropado por casi una veintena de líderes, entre ellos la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton.
El nuevo Mandatario, que gobernará con la ex guerrilla marxista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha puesto fin a 20 años de hegemonía ininterrumpida de la derecha.
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En su primer discurso como presidente prometió que su gobierno estará marcado por la “sensatez y la honradez” y anunció el lanzamiento de un “plan global anticrisis”, un conjunto de medidas de cariz social, entre ellas la creación en los próximos 18 meses de 100.000 puestos de trabajo, para “estabilizar la economía y minimizar las consecuencias sociales”.
También anunció el “restablecimiento inmediato” de las relaciones con Cuba y se comprometió a fortalecer y renovar “nuestras relaciones con EE.UU., al que “históricamente estamos ligados por muchos vínculos, en particular por la presencia de millones de nuestros compatriotas que ahí viven, ahí trabajan”.
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Funes también dijo que será un “decidido impulsor” de la unidad latinoamericana.
Una quincena de presidentes, entre ellos el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el mexicano Felipe Calderón, el colombiano Álvaro Uribe, el ecuatoriano Rafael Correa, el paraguayo Fernando Lugo, la chilena Michelle Bachelet y todos los centroamericanos, así como los Príncipes de Asturias, acudieron a San Salvador para esta histórica jornada. Entre los ausentes cabe destacar al presidente de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez.
También anunció la convocatoria de un “diálogo nacional” para definir una estrategia que incluya un acuerdo sobre el empleo y la política social básicas para construir su “nuevo proyecto de nación”. Funes reconoció que le espera una “tarea gigantesca por delante”.
El domingo, Funes anunció la composición de su nuevo gobierno, en el que buena parte de los ministros y secretarios no pertenecen al FMLN. En total, trece ministros y seis secretarios, entre ellos su esposa, la brasileña Wanda Pignato, integran el Ejecutivo de Funes, que gobernará el país más pequeño y más densamente poblado de Centroamérica por los próximos cinco años.
Ante las críticas de sus opositores por una supuesta cercanía con el Socialismo del siglo XXI que preconiza el presidente venezolano, Funes ha reiterado que su modelo a seguir es el de su homólogo brasileño.
Funes, considerado uno de los más influyentes periodistas de El Salvador y ex presentador de la cadena CNN, gobernará con una mayoría relativa en un Congreso donde la radical Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que ahora deja el gobierno, encabezará un bloque opositor.