Air Supply cumplió con sus seguidores

Cinco temas como preámbulo, entre románticos y movidos de la década de los ochenta, dejaron a los asistentes listos para recibir a Air Supply. Una de las canciones que empezó a calentar el ambiente fue  Roxanne, de la agrupación inglesa The Police, pero en la versión de la banda Flashback.

Luego, el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) –casi lleno– recibió con aplausos y gritos a Graham Russell (británico) y Russell Hitchcock (australiano). Fue un reencuentro con sus clásicos temas y un par de canciones nuevas.

Con la experiencia de más de tres décadas en los escenarios mundiales, el grupo australiano se entregó de lleno al público.

Su primera canción, Even the nights are better, recibió un sonoro ¡wow! de Sofía Hernández, quien junto con su esposo llegó al evento. Dejó de lado su cartera y se puso de pie, como la mayoría de presentes.

Hitchcock se desenvolvió en el escenario a sus anchas. Caminaba hacia su costado derecho, mientras Russell lo hacía a la izquierda. En los coros se juntaban en el centro de la tarima y cantaban a todo pulmón.

Hubo momentos especiales en los que los artistas interactuaron con el público, incluso aparecieron entre las gradas entonando con sus fans algunas melodías. Luego, Russell se ubicó en una silla en medio del escenario y demostró la habilidad de su mano izquierda, en la interpretación de la guitarra, sin descuidar el acompañamiento del piano y de la batería.

En  dos pantallas  colocadas a los costados derecho e izquierdo del escenario, se seguía al detalle el show, complementado con el juego de luces multicolores que provenían desde dos torres ubicadas en la mitad del sitio.
Las canciones más aclamadas fueron Making love out of nothing at all y Without you.

Antes de las 23:00, la banda, compuesta por seis personas dejó el escenario, ante la atenta mirada de los presentes.

Minutos más tarde regresaron para cantar All out of love. Tres chicos de entre 8 y 12 años decían casi a coro “vamos”, mientras sus padres solo decían con la cabeza “sí”, pues no paraban de repetir el tema.

Detalles
A las 20:35 el público ya había copado las gradas del Ágora, con capacidad para 4 mil asientos, según los organizadores.

Personal policial y de la Defensa Civil se ubicó en lugares estratégicos para evitar incidentes.

Una barrera metálica colocada en la mitad del Ágora dividía las localidades.
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