Fue una noche de recuerdos, canciones, gritos, fotos, abrazos y besos la que se vivió el miércoles pasado en el concierto del cantante venezolano José Luis Rodríguez, en el Centro de Convenciones de Guayaquil Simón Bolívar.
En el show, realizado de 21:00 a 23:15, El Puma, como también se lo conoce artísticamente, ofreció un repertorio en el que cada tema arrancó gritos del público.
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Mientras cantaba, decenas de mujeres que habían abandonado sus puestos asignados permanecieron arrodilladas o sentadas junto al escenario del Salón de los Presidentes del Centro de Convenciones.
El cantante abrió el show con el tema movido La fiesta, y entonces el público empezó a bailar junto al escenario y hasta en los asientos.
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Al igual que el año pasado cuando se presentó en el hotel Hilton Colón, El Puma habló de la importancia de dar amor, tener esperanzas y perdonar a los esposos infieles.
Después de La fiesta llegaron Voy a conquistarte, Voy a perder la cabeza por tu amor, Culpable soy yo, Amalia Rosa, Hay muchas cosas que me gustan de ti, Pavo real, María, Dueño de nada, Himno a la alegría.
A mitad del concierto, El Puma hizo alusión a los hombres que tienen dos mujeres y que no pueden estar en las fechas especiales con su amante. Para ellas cantó Amante eterna, amante mía (Amante eterna, amante mía para Navidad, prometo que estaré contigo para Navidad, amante mía espera un poco más, que todo cambiará para Navidad).
También interpretó temas del argentino Sandro, de uno de los cuales tomó su apodo El Puma. Luego siguieron los boleros del trío Los Panchos que son parte de uno de sus discos.
A lo largo de la noche no dejaron de llegarle los pedidos de temas. Se lo solicitaban a gritos o escritos en un papel. La euforia de muchas fans era tanta que se apresuraron a estar cerca de él, tocarlo, tomarse fotos. “Por favor, siéntense señoras lindas, así se ven más bonitas”, dijo varias veces. Entre el público estuvieron el político Álvaro Noboa y su esposa, los rostros de pantalla David Reinoso y Catherine Velasteguí, Paola Farías, Marián Sabaté y Maluli Valdivieso.
Fue una noche de gente adulta amante de El Puma, que no quería que se fuera cuando dijo adiós. Él regresó con Diosito Santo y después se marchó.
