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BOSTON.- Cuando hace un año Marissa decidió pasar de ser enfermera a prostituta, el sitio de anuncios clasificados Craigslist cumplió una función clave. Sus amigos le dijeron que podía ganar mucho dinero si aparecía en él.

"Nunca trabajaría en la calle. Nunca haría ese tipo de cosas. Pero colocar un aviso es bastante fácil. Amamos Craigslist", dijo Marissa, quien se negó a ser identificada con su nombre completo porque realiza una actividad ilegal para Estados Unidos.

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Tras el reciente asesinato de una mujer que anunciaba servicios exóticos en Craigslist de Boston, Marissa ahora porta un arma, en el último ejemplo de cómo el sistema ha pasado de ser una humilde comunidad de e-mails entre pocos amigos de San Francisco en 1995, a un fenómeno global asociado con sexo ilícito y muertes.

Expertos legales dicen que una creciente examinación de Craigslist por parte de las autoridades podría dar lugar a grandes cambios en el bazar virtual de 14 años, que genera más de 20.000 millones de visitas al mes en 50 países con un personal de sólo 28 personas.

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Varias muertes
El asesinato de la masajista Julissa Brisman el 14 de abril, quien fue golpeada en la cabeza y recibió tres balazos, es el último de una serie de crímenes mediáticos conectados a Craigslist.

Philip Markoff, un estudiante de la Universidad de Boston de 23 años, fue acusado de matar a Brisman y del ataque del 10 de abril a una mujer que promocionaba sus servicios en Craigslist en la zona.

Apodado "el asesino de Craigslist", Markoff está detenido en una celda de máxima seguridad en caso de que intente suicidarse.

El asesinato tuvo lugar tras la muerte de George Weber, un periodista de Nueva York que fue asesinado a puñaladas después de responder a un aviso personal que publicó en Craigslist en marzo.

Además ocurrió tras la sentencia a comienzos de abril de Michael Anderson, un hombre de Minnesota condenado por matar a una mujer que respondió a un aviso para cuidar niños. El sujeto también se hizo conocido como el "asesino de Craigslist".

"Existe todo un campo del derecho que está apareciendo que tiene que ver con las leyes de responsabilidad de medios online y la pregunta es cuánta responsabilidad les cabe a las compañías que suministran información que otras personas colocan", dijo John Palfrey, un académico de Harvard.

"La postura general que hemos adoptado para con internet hace más de una década fue decir que básicamente no existía responsabilidad, pero estos casos recientes ponen a prueba esa política", dijo Palfrey, co-director del Centro Berkman para Internet y la Sociedad de Harvard.

"¿Es apropiado decir que sin importar cuán dañino sea el material, no queremos que Craigslist esté obligado a retirarlo? Me parece que debemos llegar a un equilibrio entre el apoyo a los negocios online y a la innovación, logrando mayores niveles de seguridad para niños y otros", indicó.

"Esa es la conversación que estos horrendos acontecimientos provocan", agregó Palfrey, observando que esos cambios "tendrían un enorme impacto sobre Craigslist y negocios futuros estructurados de modo similar".

Tragedia brutal
Junto con sus listados gratuitos de casi todo -de departamentos a muebles, puestos de trabajo y automóviles- Craigslist.org proporciona una de las más grandes y polémicas guías de servicios sexuales.

Es en parte propiedad de la subastadora online eBay EBAY.O, que compró 25 por ciento de las acciones en el 2004.

El fiscal general de Connecticut Richard Blumenthal, quien encabezó una investigación de los polémicos 165 millones de dólares en bonos de American International Group AIG.N, instó a que Craigslist bloquee avisos que promueven la prostitución.

El fiscal envió una carta a los gerentes de Craigslist pidiéndoles que eliminen las fotos de servicios "eróticos" y secciones similares, que contraten personal para filtrar los avisos que abiertamente violan las normas del sistema y ofrezcan incentivos para las personas que denuncian los avisos de prostitución.

Jim Buckmaster, director ejecutivo de Craigslist, inicialmente negó que la página ofreciera avisos "relacionados al sexo", pero cambió de estrategia en una entrada de blog donde escribió que "debe hacerse más" para que el sistema elimine la actividad ilegal.

Revisión a actividades ilegales
Bajo presión de los 40 fiscales generales de Estados Unidos, Craigslist acordó en noviembre cobrar de 5 a 10 dólares por tarjeta de crédito a las personas que publiquen avisos eróticos y exigir que presenten un número de teléfono en funcionamiento para usar el sitio.

Azer Bestavros, profesor de informática de la Universidad de Boston, duda que tales sitios alguna vez puedan ser completamente vigilados.

"Uno puede sostener que Craigslist sólo está facilitando la comunicación", dijo Bestavros. " Acaso vamos a castigar a la compañía telefónica porque posibilitó la prostitución permitiendo que una persona llame a la otra?", preguntó.