Kevin James es un actor que siempre se recordará por su protagónico en la serie The King of Queens, que se mantiene ya por nueve temporadas en la televisión norteamericana. Su rostro (más expresivo que su cuerpo) le valió un sitial como nominado al premio Emmy.

Es común que un actor de televisión salte a la pantalla grande de manera fuerte, pero a veces los personajes se recuerdan más que los actores y por este mal pasa James. Su anterior película, Los declaro marido y Larry, no dejó un buen precedente, y ahora en Mall Cop o Policía de centro comercial hace lo mismo, pero le permite sentarse, aunque algo estrechamente, en el sillón de los protagonistas de la comedia hollywoodense.

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Una película que simplemente cumple su función de manera correcta: hace reír; pero que sin llegar a la carcajada logra que olvidemos la historia y el personaje al cerrarse la puerta del cine. No es una película memorable, pero con una entretención sana y amenamente familiar se pasa un buen rato mientras dura.

Mall Cop está dirigida por Steven Carr (Dr. Doolittle 2) y su guión le pertenece al mismo James. La cinta repite la mágica fórmula de éxito hollywoodense, una típica comedia americana con un personaje prototípico del perdedor adorable pero  rechazado socialmente  por su gordura, quien con un accionar parecido al de Mi pobre Angelito se convierte en héroe de la película y de paso se queda con la chica hermosa de la cinta. El bueno, el malo, el que confía en él, etc. En fin, una historia anclada en los prototipos, pero que toma una arista interesante al mostrar solo como un cerillo encendido rasgos del mundo de los ilegales en Estados Unidos. 

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Destacable y muy bien logrado el recurso de parodiar la cinta de acción Duro de matar, que protagonizó Bruce Willis en los años ochenta. Una película sin sorpresas, bastante predecible y con la particularidad del humor dócil de Adam Sandler en la producción, que abre la oportunidad para que James busque un espacio en el cine cómico.