El ingeniero Teodoro García ha demostrado por qué ostenta el título de campeón del mundo en lanzamiento de huesos de oliva (aceituna) al superar a sus rivales en la IV exhibición de este concurso, que se celebró a las puertas de la Catedral de Murcia con motivo de las Fiestas de Primavera.

Teodoro García, con una marca de 16,84 metros que le valió la camiseta verde de ganador, venció en las fiestas patronales de su pueblo, Cieza (Murcia), en agosto de 2008, el título de campeón del mundo, aunque todavía le separa mucha distancia del récord en lanzamientos, casi 22 metros, que posee desde 1998 uno de los fundadores de la Asociación de Amigos de las Olivas.

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Este campeonato se celebra desde 1995 a finales de agosto sobre una pista de 35 metros de largo, que este año esperan mejorar con un material ni rugoso ni liso, parecido al asfalto pero con un componente plástico.

Para que los lanzamientos sean válidos tienen que ser de hueso de oliva "mollar" o "chafá", típica de Cieza, que se pela y masculla durante unos minutos en la boca para luego tirarse con un fuerte impulso, y sin canutos u otros artilugios.

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Al igual que ocurrió hace dos años en Nueva York y Berlín, y el año pasado en China, los amigos de las oliveras celebraron una exhibición de este peculiar concurso en Murcia, donde los mejores marquistas de Cieza compitieron con su alcalde, parte de su equipo de gobierno, y decenas de ciudadanos.

El ganador dijo a EFE que "no hay muchos secretos para conseguir el éxito" porque solo hace falta "ilusión y un buen pulmón".