Todos los días desde las primeras horas de la mañana, 130 trapiches, de pequeños productores que se dedicaban en las provincias de Bolívar y Cotopaxi a elaborar aguardiente sin tecnología, encienden sus motores luego de un cambio de metodología y mentalidad para hacer alcohol ecológico de calidad, iniciando la próxima semana el primer envío a L’Oreal de París para elaborar perfumes.