Enojo ha causado a David Murcia Guzmán, acusado de lavar activos por medio de DMG y de sus filiales, y que está preso en La Picota, en Colombia, el verse interpretado en la telenovela Inversiones El ABC, que el canal RCN estrenó el 24 de marzo pasado, señala un reportaje de la revista Cambio, en su versión on line cambio.com.

Al parecer lo que le ha molestado a Murcia es que el personaje Armando Beltrán Calderón –actuado por Jimmy Vásquez– lo hace ver ridículo y que los libretistas se burlan de la familia DMG, y que RCN no ha negociado con él los derechos de la historia basada en el éxito y caída de su empresa.

Según cambio.com, Murcia dijo en un comunicado que “la novela de RCN ha robado parte de la historia original. Claramente están siendo patrocinados por el gobierno para confundir a la gente”.

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Mediciones de audiencia RCN tienen cada noche 1,9 millones de personas viendo la telenovela, y el canal respalda la historia con la frase “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”.

Cambio.com anota que aunque los libretistas han puesto su cuota de imaginación en algunos episodios, la realidad y la ficción no son pura coincidencia, tanto así que los realizadores copiaron imágenes de Murcia esposado cuando llegó a Bogotá el 20 de noviembre pasado, después de que fuera capturado en Panamá.

Por el parecido minucioso de la realidad, se ha dado lugar a interrogantes entre críticos colombianos como: ¿La telenovela está convirtiéndose en la narración privilegiada de la historia colombiana? ¿Es la telenovela el formato idóneo para hacerlo? ¿Deben los libretistas ir más allá de la recreación de hechos reales y hacer una interpretación de los mismos?

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Se señala que la creciente presencia de series y telenovelas que se salen del conocido esquema del culebrón, causa preocupación en algunos sectores. Entre ellas Sin tetas no hay paraíso, El cartel.

Un gran número se pregunta por qué tanto alboroto por estos seriados y telenovelas que abordan la cruda realidad del país.

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Algunos como el libretista César Augusto Betancur da cuenta de que no debe haber temas tabú, y que las historias no son privilegio de la  prensa y de los críticos. Una de las más recientes polémicas la generó la serie El cartel, del canal Caracol, que a grandes rasgos, era una adaptación del libro El cartel de los sapos. Pese a que había importantes diferencias: mientras los editores se cuidaron de exigirle al autor, Andrés López –un ex narcotraficante convicto–, que solo citara nombres reales y hechos confirmados, la serie usó nombres ficticios y creó situaciones poco conocidas y no necesariamente verificadas.