Hace cuatro años Rosalía Jiménez y Bryan Molfa, integrantes del grupo de clown argentino Macaco eléctrico, arribaron a Guayaquil como parte de una gira que realizaban por Sudamérica. No conocían a nadie, pero se les ocurrió ir a la Casa de la Cultura para buscar contactos. Para conocer actores.
Lo único que les dijeron en el lugar fue que la gente de teatro solía reunirse a una cuadra de allí, en el café-galería Barricaña. Avanzaron hasta allá y conocieron al actor Enrique Ponce, quien fue su nexo con esta ciudad. Allí hicieron amistad con más gente del medio artístico. Realizaron presentaciones y luego continuaron su gira.
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Jiménez y Molfa volvieron hace dos semanas, como parte de otra gira. Fueron a Barricaña. Y ese día se encontraron con una triste noticia: Enrique Ponce, el actor que los recibió en su primera visita a Guayaquil, había muerto. Estuvieron en su velatorio. Les apenó profundamente su deceso.
En Barricaña hallaron a los otros amigos que hicieron entonces. Entre otros, a Wilman Ordóñez, del grupo de danzas Retrovador, quien esta vez los hospedó en su casa. Y a los actores que frecuentan este café-galería. Así, los integrantes de Macaco eléctrico su sumaron con sus obras a la Fiesta del Teatro, que por esos días se realizaba en Guayaquil.
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Macaco llegó con dos nuevas obras: una para niños, titulada Lúdico, y otra para adultos: La pinza en el parante. Luego de su participación en la Fiesta del Teatro continuaron para Azogues, a un festival y desde este domingo nuevamente estarán en Guayaquil. Aquí tienen programadas dos actividades: un taller de iniciación al clown, que dictarán en la Casa Fantoche, y presentaciones en la Casa de la Cultura del Guayas, los días 7 y 8 de mayo próximo, con la obra La pinza en el parante, una pieza que habla de lo laboral, de la desocupación y de los roles sociales y el poder.
Macaco es una agrupación joven. Nació hace cinco años y la integran Jiménez, Molfa y Gisella Gómez, pero en la gira solo andan los dos primeros. Su objetivo es la indagación en la técnica del clown a través de montajes, y sobre todo, viajar, conocer. “Nuestra idea es romper fronteras, salir y ver qué pasa en otros lados”, comenta Jiménez.
Esta gira la comenzaron en Bolivia. Luego avanzaron a Perú, país del que visitaron Lima, Cuzco y Trujillo, para después llegar a Ecuador. En mayo, tras actuar en la Casa de la Cultura del Guayas, continuarán para Colombia y finalizarán el periplo en Venezuela.