Si no se percata de su tarjeta de crédito cuando se la entrega a algún empleado de un local comercial, puede ser víctima de los clonadores del plástico.

Es la advertencia de la empresa PacifiCard, emisora de tarjetas de crédito como MasterCard y Visa, impresa en volantes que sus vendedores entregan en los locales comerciales  y a sus  tarjetahabientes.

En ella previenen  a los clientes de la existencia de delincuentes que ofrecen dinero a cambio de copiar la información de las bandas magnéticas de las tarjetas  en diferentes dispositivos electrónicos.

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Gerson Haro Merino, procurador judicial de PacifiCard, denunció el pasado miércoles en la Fiscalía que los aparatos son llamados skiming. Detalló el modus operandi de los antisociales, que según él, conformarían una organizada banda que opera a nivel nacional.

El funcionario señaló que los delincuentes regularmente tienen cómplices en diferentes establecimientos comerciales, sean restaurantes, gasolineras, hoteles y otros locales, quienes receptan las tarjetas de los clientes para deslizarlas por el punto de venta electrónico (Datafast, Medianet o Red de apoyo), pero en un descuido también la deslizan en el skiming, el cual es suministrado por los delincuentes. “Una sola deslizada y graba toda la información”, dijo Haro, quien agregó que el dispositivo es pequeño y puede ser guardado en los bolsillos sin ser visto.

Un administrador de una gasolinera, quien prefirió la reserva de su identidad, corroboró que el delito se comete en complicidad de trabajadores de los establecimientos.

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En su negocio aceptó tener el problema desde hace tiempo, pero afirma que al mejorar la selección de su personal y los controles implementados a sus empleados fueron mermando los casos de clonación de tarjetas hasta desaparecerlos por completo. “Hace más de un año que no se presentan esos problemas aquí”, dijo.

Una investigación interna de la estación de servicio reveló que los despachadores eran tentados por los delincuentes, quienes les ofrecían dinero por pasar la mayor cantidad de tarjetas que puedan en el pequeño dispositivo. Sin embargo, dijo el administrador, fue difícil detectarlos, pues los antisociales solo les proveían del aparato por cortos lapsos.

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“Llegaban en la noche y les ofrecían de 50 a 100 dólares por pasar tarjetas durante dos o tres horas”, mencionó el administrador, quien cree que en ese tiempo unas siete o diez tarjetas eran clonadas.

El informante agregó que otros negocios similares tambien tuvieron problemas, hasta que los emisores de tarjetas crearon departamentos que investigaban los fraudes y descubrieron algunos casos, uno de ellos en su gasolinera.

 “Uno de los despachadores cayó preso, porque  la Policía lo encontró en delito flagrante”, dijo el administrador, quien no siguió con la denuncia por pedido de los familiares del aprehendido.  

Vouchers delatan delito
El delito era detectado por medio de los vouchers, pero semanas después, cuando el tarjetahabiente se percataba de descuentos por compras que no había realizado.

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Esto se debe, explicó Haro, a que los delincuentes, luego de grabar la información, la transpasaban a un plástico similar a las de las tarjetas de crédito y realizaban compras fraudulentas en otros locales comerciales.
“Esto conlleva a delitos como la falsificación de documentos y suplantación de identidad”.

En el 2008, una mujer víctima de esta estafa empezó a recibir descuentos por una compra en un almacén de electrodomésticos que no había hecho. Al reclamar a la emisora de la tarjeta de crédito, le enviaron la copia del voucher y se percató de que no era su firma. “La tarjeta me devolvió la primera letra que me descontaron y remitió la copia del voucher adulterado al establecimiento”, refirió la mujer, quien no recuerda en qué sitio sucedió la clonación. “Pongo combustible en diferentes gasolineras y casi todas mis compras las realizo con tarjetas de crédito”, dijo la estafada, quien desde ese momento no pierde de vista su plástico cuando lo usa.

Identidad falsa
Gerson Haro, funcionario de PacifiCard, dijo que las últimas investigaciones resaltan que en la mayoría de los vouchers o notas de cargo de consumos fraudulentos, con presuntas tarjetas clonadas,  aparece el nombre de Lenin Silva C., aunque asegura que desconocen su verdadera identidad. Agregó que ese nombre no consta como tarjetahabiente de PacifiCard.

Controles en negocios
Varios administradores  y dueños de establecimientos  consultados, refirieron que exigen a sus empleados escribir su nombre atrás de cada voucher que hagan. Si hay reclamos de la tarjeta de crédito sobre su autenticidad, pueden investigar al empleado que lo receptó y percatarse de algún delito.