La expansión de las empresas remesadoras en Madrid ha convertido a la capital española en la ciudad más barata para el envío de dinero, según un estudio elaborado por Íñigo Moré, director de Remesas.org, encargado por la Consejería de Inmigración de la Comunidad de Madrid (CAM).
El análisis compara transferencias de 150 euros s (202 dólares) a través de 32 empresas desde cinco países europeos (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España). Y los resultados, tras enviarse ese monto 210 veces, sorprenden.
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Tomando en cuenta que el precio se fija en función de la comisión y el diferencial cambiario, un ecuatoriano residente en Italia paga de promedio 9,95% por un giro de 150 euros (202 dólares) a su país de origen. Si lo efectúa desde Francia el costo sube 10,63%, desde el Reino Unido un 12,17% y, desde Alemania 15,02%. Sin embargo, el precio desde Madrid se reduce al 6,03%.
Respecto a la media europea, esto se traduce en un ahorro de 16,4 millones de euros (22,14 millones de dólares) para los envíos a Ecuador, sostiene Javier Fernández Lasquetty, consejero de Inmigración. La situación, añade, tiene sus raíces en “el mayor número de operadores afincados en la capital española y por lo tanto en una mayor competencia entre ellos”. Cincuenta de las 61 compañías remesadoras registradas en España están en Madrid.
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Gonzalo Valiente, presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Envío de Dinero (Anaed), vaticina una continuidad en la tendencia a la baja de los precios de las transferencias como consecuencia de la crisis económica y de la reducción de los giros. La caída en los envíos roza el 40%, según sus estimaciones, y las firmas, explica, “compiten a pérdidas”.
“Muchos inmigrantes han vuelto a sus países y los que se han quedado ya no tienen dinero para enviar o envían poco”.
La fascinación que años atrás generó el negocio de las remesas, en su opinión, ha dado paso a una política de contención de costos y a la desaparición de empresas que surgieron al abrigo de fondos de capital de riesgo y que han visto truncadas las posibilidades de crédito.
La experiencia de algunas entidades financieras que apostaron por las remesas como una vía para captar nuevos clientes también ha naufragado al compás de la recesión que azota España. La red de centros multiservicio BEM, que abrió ocho cajas de ahorro, cerró sus establecimientos. El BBVA, por su parte, clausuró 130 de las 145 oficinas de Dinero Express.
Cifras
2.821.6
millones de dólares. Ese fue el flujo de envíos de dinero a Ecuador en el 2008 (el 41,0% salió de España), monto que equivale a una disminución de 8,6% con respecto al 2007.