El perro es una de las mascotas preferidas, pero necesita casi tantos cuidados como un niño. Si no quiere que destruya la casa más vale que lo entrene y le enseñe a comportarse.

Este es el caso de Bongo, un dálmata que llegó desde cachorro a la casa de Geovanny Rivas. Sin embargo, con el tiempo comenzó a dañar los muebles, mordía y orinaba sus zapatos, se robaba comida de la mesa y destruía el periódico.

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Cansado de esta situación, Geovanny lo llevó, al cumplir los tres meses de edad, a la “escuela” para corregirlo.

Xavier Valencia, entrenador de perros y graduado de la Escuela de Infantería Aérea, con seis años en el medio, dice que casos como el de Rivas son comunes en algunos hogares.

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Valencia indica que los perros (que no pertenecen a la institución) son llevados a la Escuela de Infantería Aérea de la FAE (av. Pedro Menéndez Gilbert, junto a la Base Naval Norte) los lunes y son recogidos por sus propietarios los viernes.

Los entrenamientos son tres veces al día, por media hora, donde les enseñan tareas básicas como sentarse, acostarse, saludar, entre otras, en un periodo de dos meses.

El sargento Enrique Sárez, director del Centro Canino de la Escuela de Infantería de Marina, manifiesta que la edad apropiada para entrenar a los canes es desde los dos meses. “El beneficio principal de adiestrar a  la mascota es enseñarle a respetar los objetos de su entorno y a sus dueños”.

Recalca que la mejor manera de entrenarlos es con juegos, con una pelota de hule o toallas para atraer su atención.

“La base para educarlos empieza desde la casa. Se le deben definir  los límites, las áreas que no podrá visitar, el lugar donde hará sus evacuaciones, dónde estará su comida y hasta dónde dormirá. Luego se lo entrenará para recibir órdenes”, dice.

Para que el aprendizaje sea más efectivo hay que utilizar palabras cortas, pues los perros no captan frases sino órdenes directas acompañadas de señas que le indiquen la tarea que deben ejecutar, asegura.

El capitán Javier Pozo, instructor de la Unidad Antinarcóticos de la Marina,  expresa, en cambio, que en la obediencia básica el perro aprenderá a caminar primero por el lado izquierdo de quien lo lleve. En la avanzada, irá sin correa.

Otro aspecto importante es la capacidad del entrenador para interpretar al perro y la experiencia, ya que todos los canes son diferentes y de esto dependerá cómo y por qué aplicar una u otra técnica.

El especialista Fausto Nan señala que una forma práctica de evaluar a un entrenador es viendo alguno de sus perros. “Pida que le muestren uno ya adiestrado, el que deberá obedecer sin reparo, verse alegre y por sobre todo, no debe sentir temor de su entrenador”.

Existen también los que son destinados a trabajos especiales como los perros policías, del Ejército, guardianes de establecimientos comerciales, ayuda para no videntes y otros, que requieren un tratamiento diferente.

La educación no solamente recae en las manos del entrenador, recuerde lo que esta persona le enseña al can para que este lo ponga en práctica diariamente. De esta manera el adiestramiento se convertirá en la rutina del perrito.

En todo caso, el entrenamiento debe ser orientado para disfrutar mejor de la compañía de su mascota, convivir con ella y el resto de la sociedad.

Para las órdenes
Las mascotas aprenden a recibir órdenes simples como sit (sentar), stay  (detener), down (acostar), come (acercar a una persona), place (que se quede quieto en algún sitio).

Seguimiento
La educación no solo está en manos del entrenador, usted debe ser consecuente con lo que esta persona le está enseñando y ponerlo en práctica diariamente.

Frases
Demuéstrele a su mascota lo feliz que está con su enseñanza. Frases como  “buen perrito” o “qué bien te portas” estimulan su aprendizaje.