Cinco horas antes de que se iniciara en Quito el Show Musical Patito Feo, previsto para las 18:00 del pasado jueves, un masivo público –en su mayoría infantil– se apostó en los exteriores del coliseo General Rumiñahui. Julieta Cárdenas, de 47 años, despidió con muchas recomendaciones a sus tres hijas, quienes presurosas se sumaron a la larga fila de ingreso.
Lizeth Torres, de 6 años, que llegó al sitio de la mano de su padre, se ubicó entre las primeras que esperaban en la fila de la puerta cuatro para entrar al concierto. Un tanto tímida y preguntando a su padre “¿Desde cuando veo la novela?”, la menor reveló que acudía al show con el ánimo de ver a Antonella, uno de los personajes del cual se dijo admiradora.
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Y mientras los admiradores del elenco de Patito Feo, la telenovela argentina que se transmite en el país y que, al igual que en Ecuador, ha causado furor en varios países, los vendedores aprovechaban la ocasión para ofertar productos relacionados con los personajes del show. José Ruiz, por ejemplo, promocionaba a voz en cuello pósteres y videos a $ 1. En los exteriores del coliseo también se vieron diademas, pulseras, botones y CD desde $ 0,50.
El General Rumiñahui abrió sus puertas a las 16:30 y la efusividad del público se hizo más notoria. A las 18:25 se apagaron las luces, los gritos se multiplicaron, se abrió el telón y apareció Leandro (el padre de Patito en la telenovela).
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El recibimiento fue superado cuando llegaron con sus canciones pegajosas, sus acrobáticos bailes y su vestuario multicolor, Las Divinas y Las Populares, quienes fueron recibidas por una mezcla de aplausos y gritos de admiración.
La disputa entre ambas agrupaciones nace cuando Antonella, la líder de Las Divinas, califica de fea a Patito. Pero ella no se inmuta. Luego se suceden las historias afectivas de Matías y Patito, Antonella y Bruno, que se intercalan con las interpretaciones musicales coreadas por los concurrentes.
Sobre el final, Matías le revela a Patito que ella es la chica de su vida y sella su amor con un beso tras el cual suenan campanas.
El mensaje del show giró en torno a que se deben mantener los sueños y bregar hasta conseguirlos. Incluso Antonella dejó sus pretensiones y aceptó a Patito como su amiga. Esta al final se quita los lentes y suelta el cabello, que siempre lo mantuvo recogido en trenzas.
El tráfico vehicular se congestionó en el redondel de la Ladrón de Guevara por la gran cantidad de automotores, lo que intentó ser controlado por la presencia de la Policía.
El Show Musical de Patito Feo se realiza hoy en Guayaquil, en dos funciones. La primera, a las 16:00, y la segunda, a las 18:00, en el Centro de Convenciones. Las entradas cuestan $ 80 pato box, $ 60 divina box, $ 50 preferencia y $ 20 general. De venta en almacenes Casa Tosi del centro (Luque y Pedro Carbo), Policentro (cdla. Kennedy) y Mall del Sur (av. 25 de Julio).
Pantallas
Las letras de las canciones se proyectaron en 3 pantallas gigantes ubicadas en el centro del escenario, además de dos adicionales a los costados, donde se veían acercamientos de los bailes.
HISTORIA
La producción, que se la lleva al escenario, es una comedia juvenil desarrollada en el colegio Pretty Land School of Arts, donde Antonella (Brenda Asnicar) es la chica más famosa, hasta que llega la cándida y desengañada Patricia Castro (Laura Esquivel) a hacerle competencia al crear el grupo musical Las Populares.