“La ceniza volcánica quemó todos mis sembríos de maíz, fréjol, papas, sambos, zapallos, además del pasto, principal alimento para el ganado”, fue lo que –con tristeza– comentó el pasado martes Rosa Avendaño, agricultora de la parroquia Choglontus, del cantón Penipe. La mujer entristeció por un momento al echar un vistazo a su alrededor y observar que el ganado está enflaqueciendo.

“Los animales están enfermos, desnutridos, por lo que no se descarta la posibilidad de  evacuar a lugares más seguros, de lo contrario nos tocará lavar la hierba y comprar rechazo para tener algo que darles de comer a las reses”, dijo la mujer un poco resignada.

Mientras Avendaño supervisaba parte de sus cultivos para ver los daños que la ceniza del volcán Tungurahua les causó, un equipo del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal de Penipe evaluó ese día la actividad del  coloso y en razón de su incremento oficializó cambiar la alerta de amarilla a naranja.

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Para medir la densidad de la ceniza se tomaron muestras de la que había caído en diferentes sectores.

Luego de tomar esta decisión, Manuel Carranza, alcalde de Penipe, dijo que la mayor preocupación de las autoridades es el bienestar de los habitantes que aún residen en las zonas de alto riesgo y de afectación.

Piden ayuda
Sobre el apoyo gubernamental, el COE cantonal dijo que no existe todavía asignación de recursos para esta emergencia, pero que, sin embargo, ya se han hecho pedidos puntuales para enfrentar cualquier peligro que afecte a la zona.

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En ese contexto, el COE solicitó al Ministerio de Salud Pública (MSP) se dote de colirios y mascarillas a todos los pobladores de Penipe y sectores aledaños y que además se les realice un chequeo médico con el propósito de prevenir enfermedades de la piel, ojos y de las  vías respiratorias, producto de la presencia de la ceniza.

Mientras tanto, ayer desde Quito arribó personal de Gestión de Riesgos, de la Defensa Civil y del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, con el propósito de realizar una evaluación y dar recomendaciones y medidas preventivas a los habitantes.

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Carranza explicó que ya se tomaron las primeras acciones con base a los informes técnicos y a lo que ha venido sucediendo en el volcán desde el mes de diciembre pasado.

Asimismo, el funcionario municipal recordó que en el mes pasado hubo un incremento de  la actividad  volcánica y la caída de ceniza, que está causando estragos en la población, especialmente en los niños, así como en los cultivos y el ganado.

Según la Municipalidad de Penipe, 2.700 hectáreas de cultivos de maíz, tomate de carne, calabaza y otros productos de ciclo corto estarían afectadas en Penipe y otros sectores como Bilbao, Puela, El Altar.

Indicó que de acuerdo con una evaluación preliminar, se estima que unas 1.200 cabezas de ganado y especies menores están también afectadas.

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Otros sectores  afectados son Manzano y Pungal de Puela, donde los sembríos de maíz y tomate prácticamente se han perdido y la agricultura está destruida.