Realmente merece una felicitación el sistema que se está aplicando en el IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) en beneficio de los afiliados, mediante la tecnología informática. Ahora es posible efectuar un préstamo quirografario o un préstamo hipotecario por internet.

Efectivamente, califiqué mi solicitud de préstamo hipotecario. Me presenté a la entrevista, entregué toda la documentación requerida y el préstamo fue aprobado en un cortísimo tiempo. ¡Claro!, una cosa es que se haya calificado, que se haya aprobado, y otra, que se haya efectuado el desembolso; es decir, que se haya configurado en efecto el empréstito.

Una muy amable dama con un discurso previamente aprendido, me llamó al celular para decirme que el préstamo no se me podía otorgar porque la vivienda que iba a comprar era bifamiliar –se trataba de una villa con una suite–.

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 Después de un tiempo me volvió a llamar la misma, u otra, amable dama, para indicarme que mi préstamo estaba listo, que mi capacidad operativa era como de ochenta mil dólares, que la vivienda había sido valuada como en cuarenta y nueve mil dólares, y que el IESS me daría como treinta y nueve mil, y el saldo tenía yo que pagarlo.

Curiosamente el avalúo comercial de la vivienda, que consta en el recibo de pago del impuesto predial municipal, es casi el mismo del avalúo.

Obviamente no pude acceder al préstamo como tampoco a la vivienda; tan solo obtuve una pérdida de tiempo.

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Como conclusión, ¿para qué un avalúo si se va a optar por el del predial?, ¿para qué profesionales valuando, si sus avalúos van a ser los del predial? ¿No se estaría pagando honorarios o sueldos para nada? ¿Para qué indicarme mi capacidad crediticia si nunca podré acceder a la misma, pues se me indica que debo de cubrir un porcentaje contrariamente a lo que sostiene el IESS en su engañosa publicidad?

Juzgamos todos los afiliados al IESS sobre esto y mucho más.