Comparada con el ritmo frenético de las últimas películas animadas, Vamos a la Luna parece estar fuera de órbita, pero el ritmo tranquilo que tiene para contar la historia le da un encanto especial, sobre todo para los más pequeños, que serán quienes más la disfruten, tanto por su temática como por la forma en que está contada la historia.
El cine Imax trae este filme de Ben Stassen, que toma como banda sonora la hermosísima canción Fly me on the moon, que inmortalizó Frank Sinatra y que Diana Krall modernizó con aires de jazz.
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La animación está bien, pero creo que le faltó una pizca de imaginación. Por ejemplo, los tres astronautas parecen trillizos, los rasgos son iguales y sus movimientos también.
Los insectos protagonistas son moscas, pero el dibujo es tan raro que si no lo aclaran en la película, solo parecen ser bichos alados con rostros simpáticos. El punto mejor logrado de la cinta es precisamente el de los valores, exaltar el amor familiar y la amistad incondicional. Al principio puede molestar a más de uno, como a mí, el tono argumental tan patriótico de esta cinta, donde se presenta a los rusos como enemigos de los Estados Unidos, pero piensen un poco: ¿En cuántas películas de acción y suspenso vemos a un americano que tiene problemas con los rusos?
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Además, la película está situada en los años sesenta, cuando realmente existía esta situación, por lo tanto, no deja de ser válida la propuesta.
Mezcla de realidad y fantasía, Vamos a la Luna pierde su belleza y sentido al final, cuando aparece en pantalla el verdadero astronauta de carne y hueso, Buzz, aclarando la imposibilidad de la historia expuesta: el niño ya crecidito no necesita esta aclaración, ya sabe que es un cuento, y al muy chiquitito le rompieron la ilusión y creo que no le iba a cambiar mucho la vida creer que hubo tres moscas en el espacio.
Vamos a la luna
DIRECTOR Ben Stassen
ORIGEN Bélgica, 2008
Voces Tim Curry, Robert Patrick, Kelly Ripa, Buzz Aldrin, Trevor Gagnon