El 7 de octubre del 2007, el avión marca Grumman, tipo GLF2, de propiedad de la empresa Operadores de Calzado S.A., procedente de Acapulco (México), aterrizó en Quito con cinco ocupantes: los mexicanos Jorge Arévalo, de 35 años, y Agustín Romero Villa, de 48 años, piloto y copiloto.
Las ciudadanas venezolanas Indyra Hernández Ortiz y Geraldine del Valle Pinto Vásquez, ambas de 25 años, además de Albanecys del Valle Pinto Vásquez, de 22 años, fueron las únicas pasajeras.
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Así lo aseguró Marcos Bustos, de BOB Jethandling S.A., empresa que se encargó de los trámites de la aeronave desde el aterrizaje hasta que salió de manera irregular del aeropuerto de Tachina (Esmeraldas) el 20 de octubre del 2007.
La semana pasada este Diario solicitó al jefe de Migración, Milton Ordóñez, verificar las razones por las cuales las tres venezolanas ingresaron y si siguen aún en el país, pero indicó que se requiere autorización del comandante general de Policía, Jaime Hurtado Vaca.
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Hurtado pidió ayer que se envíe una solicitud al mismo Ordóñez, a quien dispondrá que dé la información.
¿Por qué el avión dejó en Ecuador a las tres únicas pasajeras que trasladó?, es una de muchas interrogantes sin respuesta oficial, pese a que la irregular llegada, estadía y salida del GLF2 fue hace 16 meses.
La nave, por gestión de Quiport, permaneció estacionada del 7 al 20 de octubre en la plataforma militar de la FAE y despegó desde Tachina hacia Acapulco, en donde fue incautada por tener rastros de droga.
¿Por qué salió desde Tachina, que no tiene categoría internacional? El ex subdirector de Aviación Civil, Milton Martínez, dijo que la ruta directa la autorizó él, basado en un informe del jefe de Operaciones de la Dirección de Aviación Civil (DAC), Carlos Acosta.
“Él me dijo: ‘si ese avión despega con full combustible desde Quito, pueden explotar las llantas’, no podía permitir que ocurra un accidente, habrían dicho que fue por negligencia del subdirector”, dijo.
Marcos Bustos lo refutó al señalar que el avión tenía suficiente combustible.
Y surgen más contradicciones. Mientras Martínez aseguró que la solicitud de ruta directa la tramitó Jethandling, Bustos dijo que la compañía pidió y recibió un radiograma con la ruta Quito-Tachina-Quito/Guayaquil.
Es decir que el avión estaba obligado a retornar a una de las dos últimas ciudades para desde allí salir del país. Ello deja en evidencia que la DAC habría emitido dos radiogramas de vuelo con dos rutas.
El asunto se complica cuando en un informe reservado remitido el 15 de enero pasado al presidente Rafael Correa, el entonces director de Aviación, Eduardo Delgado, le informa: “Por disposición verbal del subdirector, Milton Martínez, se cambia la ruta de salida de este mismo radiograma (ya transmitido) Acft. Operará Tachina-México (directo)”.
Pero Fernando Guerrero, actual titular de la DAC, dio a este Diario copia del radiograma con la ruta directa que justificó la salida desde Tachina y admitió que el caso es irregular.
Carteles
El piloto Jorge Arévalo guarda prisión desde que la aeronave fue incautada en Acapulco y es investigado por supuestos vínculos con los carteles de Sinaloa y Cali.
Supuesto vínculo
Según investigaciones de la Fiscalía Antinarcóticos del Guayas, esos carteles estarían relacionados con la red de los hermanos Ostaiza Amay.