Oficialismo y oposición cerraron ayer, con llamados al voto, sus respectivas campañas a favor y en contra de la reelección ilimitada sobre la que los venezolanos se pronunciarán mañana en un referéndum.
A dos días de la consulta, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien impulsó la enmienda constitucional cuya aprobación le permitirá volver a ser candidato, recorrió con partidarios La Guaira, a 30 kilómetros de Caracas, en busca del “Sí” a su propuesta.
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Chávez alentó a votar por el proyecto que permitiría a todos los cargos electos, incluido él mismo, ser candidato cuantas veces quieran, sin limitarse a dos mandatos como dicta la actual Constitución.
Por su parte, el movimiento estudiantil opositor anunció ayer que iba a cerrar su campaña en contra de la enmienda con actos en la calle, después de que suspendiera una marcha por no tener autorización.
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Los dirigentes estudiantiles de oposición llamaron a “votar No” en el referéndum.
“Hay dos argumentos: la propuesta de reforma ya se rechazó en diciembre del 2007 y, sea cual sea el resultado, no resuelve los problemas prácticos del país”, dijo el líder estudiantil Daniel Smolansky al aludir a la consulta popular de hace poco más de un año, en la que fue derrotada la reforma de Chávez.
A su vez, Ricardo Sánchez, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), subrayó su compromiso por la “lucha cívica y pacífica” antes de que se realizara la “gran toma de Caracas”, con la entrega de hojas volantes por el “No” en diversos lugares de la capital.
Los estudiantes opositores, acompañados en la rueda de prensa por el ex alcalde del distrito caraqueño de Chacao y líder opositor, Leopoldo López, denunciaron la parcialidad de las instituciones públicas y los acusaron de haber dejado sin respuesta sus solicitudes para realizar marchas por el centro de la ciudad.
Expulsión
El Consejo Nacional Electoral solicitó la expulsión del país del eurodiputado español Luis Herrero, al acusar a Chávez de tener un comportamiento dictatorial tras reunirse con opositores y cuestionó la imparcialidad del CNE.
La policía venezolana de seguridad del Estado (Disip) procedió a “llevarse” a Herrero.