Hugo Salazar Tamariz escribió poesía, narrativa y teatro, y fue una de las voces fundamentales de la literatura ecuatoriana. El pasado 31 de enero se cumplieron 10 años de su deceso. Como una forma de homenaje a este cuencano, que vivió gran parte de su existencia en Guayaquil, la Casa de la Cultura Ecuatoriana matriz ha recogido su poesía en un volumen de la colección Memoria de vida.
La obra, que será presentada este miércoles, contiene los versos que Salazar publicó originalmente en los libros Transparencia en el trébol, que vio la luz en 1948; Mi parcela de magia, que salió en 1949; El habitante amenazado, de 1955, entre otros. El prólogo lo realizó el escritor Huilo Ruales Hualca, quien hace un repaso de la producción literaria de este autor, que estuvo volcado en los inicios a la poesía, género que luego abandonó, para retomarlo hacia el final de sus días.
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“Hugo Salazar Tamariz es un poeta singular cuya obra no radica solamente en sus textos sino en la manera como trabajó su silencio poético”, anota Ruales. Salazar ganó, con Sinfonía de los antepasados, el primer concurso nacional de poesía Ismael Pérez Pazmiño, que Diario EL UNIVERSO creó en 1959.
Ruales cita lo que en esa época sostuvo el jurado en torno a la obra triunfadora: “...elevada calidad lírica, cauterizada por el sostenido aliento creador, el generoso trasfondo, la rigurosa arquitectura, el rico léxico, los sensibles valores de orden innovador y la madurez conceptual”. El jurado lo conformaban Rosa Borja de Icaza, Alejandro Carrión Aguirre, Horacio Hidrovo, Ezequiel González Mas y César Andrade, quienes otorgaron el segundo lugar al poeta cuencano César Dávila Andrade, por Boletín y elegía de las mitas; y el tercero al poeta manteño Hugo Mayo, por Caballo desnudo. Un veredicto que, según Ruales, “todavía hace agua la boca”, por la estupenda poesía y autores que se premió.
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En una entrevista que Salazar concedió a este Diario en 1994, en el suplemento Paratodos, recordó el acontecimiento: “...a mí me sorprendió mucho cuando obtuve el primer premio Ismael Pérez Pazmiño en el 59, pues el segundo premio fue para Dávila con Boletín y elegía de las mitas, uno de los poemas más recordados con justicia”.
Fernando Cazón Vera, poeta ecuatoriano, opina que Salazar “es parte fundamental e imborrable de la trayectoria y el patrimonio poético nacional. Un poeta sin concesiones, tanto en el uso del lenguaje, como en la identidad ideológica”.
Salazar nació en Cuenca el 2 de septiembre de 1923. Gran parte de su vida transcurrió en Guayaquil. Fue de filiación socialista. Perteneció a grupos literarios como ELAN, Horizonte, La Manga y Sicoseo.
Su poesía se concentra, entre otros títulos, en El habitante amenazado (1955), Poemas desnudos (1958), Sinfonía de los antepasados (1960) y Tres poemas (1968). En teatro es autor de La llaga (1963), En tiempos de la Colonia (1978) y Los contras, Los del grito y Los adelantados del tres (1997).
Como cuentista publicó en 1996, Pirañas. Y como novelista, Por así decirlo (1977), Otra historia del mismo lobo (1964), Diálogo de una gente intransigente (1988), Los constructores del amanecer (1995), Memorial del fuego (1996) y El mago, agitador profesional (2003, que fue una edición póstuma).
En 1948, Salazar se casó con María Teresa Ledesma Valdivieso, con quien procreó cinco hijos: Betshaida, Dalila, Noralma, Fidel y Rodolfo. “Lo recuerdo como un ser humano que fue consecuente con sus ideas políticas, como un hombre muy ético, que formó un hogar y contó siempre con el apoyo de su esposa, mi madre, quien estuvo con él en las buenas y en las malas”, dice Rodolfo, el menor de los hijos de Salazar, quien en la noche de la presentación de la obra tomará la palabra en nombre de la familia.
En la contraportada del libro de la colección Memoria de vida, el poeta Carlos Eduardo Jaramillo anota: “Hugo Salazar Tamariz fue, sobre todo, un excelente poeta: humanista, lúcido, profundo. Su poema en 17 cantos El habitante amenazado es, probablemente, de lo mejor que se haya escrito en lengua universal contra la paz armada, en nombre de la paz esencial y solidaria”. Salazar dejó 15 poemas inéditos y la familia espera que alguna vez sean publicados. El escritor falleció en Guayaquil el 31 de enero de 1999.
BREVES
PRESENTACIÓN
El libro dedicado a la poesía de Hugo Salazar Tamariz se presentará este miércoles, a las 19:00, en el lobby del MAAC.
INTERVENCIONES
Participarán Luis Silva, subsecretario de Cultura; Rosa Amelia Alvarado, presidenta de la Casa de la Cultura del Guayas; y los escritores Carlos Calderón, Carlos Camacho y Carlos Eduardo Jaramillo.
SUS VERSOS
EL HABITANTE AMENAZADO
“Yo soy el que en los siglos se estremece,/ el que golpea el muro/ y las fachadas,/ el que desde el umbral grita su nombre/ y lo mira estrellarse entre gente apresurada y sorda”.
SINFONÍA DE LOS ANTEPASADOS
“Solos/ y de puntillas al borde del asombro/ estamos,/ en el centro mágico de los nombres,/ castigados de ciclos,/ de guerras/ y de polvo,/ como un fruto que enciende su piel en la tiniebla”.
Autor: Hugo Salazar Tamariz.
Título de la obra: Hugo Salazar Tamariz.
Género: Poesía
Editorial: Casa de la Cultura Ecuatoriana
Colección: Memoria de vida.
Páginas: 507.