El hecho ocurrió en un estacionamiento de un centro comercial de la ciudad de Neiva causando destrozos materiales pero no víctimas.
Así lo informó la policía que atribuyó el ataque a las FARC para presionar a comerciantes a pagar extorsiones.
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La Policía dijo que guerrilleros de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abandonaron el vehículo con 40 kilos de explosivos que estalló en horas de la madrugada, provocando la destrucción de parte del estacionamiento y de algunos locales comerciales.
El presidente Álvaro Uribe, quien viajó a Neiva para dirigir un consejo extraordinario de seguridad, acusó al grupo rebelde de farsante por anunciar liberaciones de rehenes y simultáneamente cometer ataques.
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"Quieren encantar al país con acuerdos humanitarios y lo que hacen es asesinar campesinos y producir actos terroristas como este", declaró el mandatario a periodistas refiriéndose al anuncio que las FARC hicieron en diciembre de liberar a 6 rehenes, sin que hasta el momento lo hayan hecho.
Horas antes de la explosión del carro bomba, supuestos guerrilleros arrojaron un artefacto explosivo contra una fábrica de gaseosas de la misma ciudad en un ataque que tampoco dejó víctimas, aunque provocó algunos daños leves.
Neiva, la capital del departamento del Huila, es una de las pocas ciudades de Colombia donde aún las FARC parecen tener presencia y capacidad de cometer ataques.