Todas las paredes de esta casa antigua –y hasta su cielo raso- están pobladas por coloridas escenas de arte. Ocurre en el Café Galería Quimbita, que está ubicado en el cerro Santa Ana, escalón 27 y que atiende de domingo a miércoles de 17:00 a 01:00, y de jueves a sábados hasta las 04:00. Telf.: 231-0785.

Hace cinco años, el pintor Olmedo Quimbita, transformó una derruida casona del cerro en un café galería que se inauguró con una exposición de su propietario, luego se organizaron otras, como la muestra de artistas consagrados: Kingman, Guayasamín, Tábara y Villacís. Actualmente, solo se exhiben los cuadros de Quimbita.

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Al visitar este café es notorio el aprovechamiento de los espacios originales creando ambientes acogedores. El escenario está en la parte baja y en lo alto, hay balcones para que el público disfrute del show de los cantantes.

La pared de la barra luce un mural con la escena de un bar y sus personajes nocturnos. “Una tarde vi esa pared vacía –recuerda Olmedo-, agarré pinceles y colores y empecé a pintar a las 7 de la noche, cuando eran las 12 de la noche, esto estaba repleto de gente viendo cómo pintaba”. En las paredes están sus cuadros, pero llama más la atención una inmensa imagen colocada sobre el cielo raso, originariamente era una valla publicitaria del café.

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Como en toda galería de arte ha sucedido que a un cliente le gustó tal cuadro y lo adquirió. Pero más frecuente es que cuando la gente desea conocer al pintor aunque Olmedo Quimbita no siempre está presente.

“Cuando estoy es simpático departir con los clientes, algunos me preguntan por qué he pintado tal escena, por qué dibujo mujeres gordas”, comenta el artista oriundo de Cotopaxi y radicado en Guayaquil.

Los fines de semana son los más concurridos en el Café Galería, su público es nacional y extranjero que gusta de su música y artística decoración pero también de sus especialidades cocteleras y gastronómicas.

El trago de la casa es el Pincel de Quimbita (coctel suave decorado con una rodaja de manzana y basado a leche blanca, leche condensada, vodka, curazao azul, crema de menta y amaretto) cuesta $ 5. También se ofrecen cocteles tradicionales, $ 4 a $ 5. A más de una amplia gama de licores finos, no faltan tampoco la cerveza nacional y extranjera.

El piqueo también está consagrado al pintor, es el Plato Quimbita (aceitunas, jamón, salami, pollo, carne, salchicha, camarones, patacones con queso, lechuga y salsa), $ 25 para diez personas. Para grupos más reducidos hay un piqueo mixto, $ 10. El menú también dispone de platos fuertes: pechuga apanada con arroz, ensalada, papas fritas; camarones al ajillo o apanados; arroz con menestra, carne, pollo o chuleta, etcétera.

Los fines de semana hay shows en vivo de una hora de música romántica, folclore o rock latino. Cuando la música suena en el Café Galería Quimbita parece que las escenas pintadas por Quimbita adquieren movimiento, vida propia.