El sábado 3, durante más de 20 minutos tres valientes lugareños de la península de Santa Elena, Danny Barzola, Jorge Panda y Víctor Barzola, rescataron a dos turistas semiahogados de las fauces del mar que con furia inaudita querían engullirlos.

Al llegar a la playa les pregunté si eran salvavidas y quién los contrataba, me contestaron que recién el 5 de enero tal vez renovarían el contrato con el Municipio de Salinas, que el salvamento lo habían hecho por humanidad. A ellos, hombres de mar, curtidos por el sol y la sal, cholos con alma grande, les rindo mi profundo homenaje, sigan con esa mística de servicio hacia el prójimo y a las autoridades contraten con tiempo a estos valiosos salvavidas para sentirnos seguros cada vez que pisemos el mar.