Los soldados del país iniciaron ayer la semana con la consigna de guardar obediencia y disciplina. Cerca de las 07:00 se leyó en los cuarteles el manifiesto difundido el fin de semana pasado por el ministro de Defensa, Javier Ponce, con el fin de aclarar la posición del Gobierno frente al malestar de la tropa.
En el Ministerio de Defensa, alrededor de mil uniformados de las fuerzas aérea, terrestre y naval escucharon la lectura.
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El acto se inició a las 07:45 y fue dirigido por la Fuerza Naval. El capitán Alejandro Villacís dio una conferencia sobre la estación de almacenamiento de gas en Santa Elena. Luego, un oficial que hizo las veces de maestro de ceremonia leyó el mensaje del ministro Ponce.
En el comunicado, por ejemplo, se garantiza que el Ministerio de Finanzas depositará el valor correspondiente al rancho directamente en las cuentas de cada uniformado y se desvirtúan los rumores sobre la supuesta iliquidez del Instituto de Seguridad Social de las FF.AA. (Issfa) y el recorte de beneficios para los militares en servicio pasivo. El manifiesto concluye pidiendo disciplina y respeto por las jerarquías.
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Ponce se reunió ayer con el presidente Rafael Correa para analizar el tema y tenía previsto grabar una cadena de radio y televisión para bajar la tensión en los cuarteles.
En el fuerte militar Rumiñahui, ubicado al norte de Quito, durante el minuto cívico, en el que participaron cerca de 150 soldados, se leyó a través de los altoparlantes una disposición emitida desde el Comando General, en el que se advertía que las faltas disciplinarias, la insubordinación, los reclamos por el rancho u otros beneficios serán sancionados con un arresto de uno a cinco días. Los soldados formados en el patio solo escucharon en silencio.
El viceministro de Defensa, Miguel Carvajal, señaló ayer que la situación es absolutamente normal en los destacamentos militares.