Cuando el 11 de septiembre del 2001 cayeron las torres gemelas, el mundo del cómic cambió sus historias para reflejar la nueva realidad mundial. Ahora hay un debate entorno a los matrimonios entre personas del mismo sexo y las grandes editoriales se preguntan: ¿Puede un superhéroe ser gay?
Las dos editoriales de cómic de superhéroes más conocidas, Marvel y DC, están avanzando poco a poco para analizar cómo acepta el público tradicional de cómics que sus héroes salgan del armario.
Publicidad
Y aunque el proceso se desarrolle muy lentamente, algunos personajes de viñeta ya han reconocido abiertamente su homosexualidad.
No fueron los primeros, pero el caso de Midnighter y Apollo, del grupo especial The Authority, fue el más sonado. Warren Ellis y Bryan Hitch crearon con esta serie –publicada en español por Planeta de Agostini– el modelo de superhéroe del siglo XXI, enfrentando a los protagonistas con conflictos modernos en un contexto actual. The Authority fue un éxito de ventas, en ella aparecían dos personajes espejo de Superman y Batman, que eran pareja, y eso dio qué pensar a las grandes editoriales.
Publicidad
“Marvel y DC hacen experimentos con personajes homosexuales, pero es algo a nivel comercial, para ver qué tirón tienen entre el aficionado”, comentó Sebas Martín, autores españoles de cómic gay como Claro que sí. Martín compartió el pasado fin de semana en Expocómic mesa redonda y taller de dibujo con Carlos Pacheco, escritor de Los 4 Fantásticos.
Pacheco puso sobre la mesa la estética sadomasoquismo de muchos de los personajes a los que había dado forma; como la relación imposible entre Catwoman y Batman, en comparación con la que mantienen Superman y Lois Lane.
Para la comunidad gay, Marvel ha revelado la homosexualidad del personaje más fuerte de los X-Men, Coloso. En una historia escrita por el prestigioso guionista Mark Millar, quien también se encargó de la segunda etapa de The Authority, el hombre de acero orgánico revela su verdadera identidad sexual (eso sí, lo hace en una de las colecciones que se sitúan en universos alternativos. El personaje original sigue siendo heterosexual).
También llegó a las librerías la historia en la que Rawhide Kid, un vaquero de Marvel de los años cincuenta, confesaba su amor por el Llanero Solitario.
Pero las situaciones más obvias no han sido tratadas todavía. “Lo de Batman y Robin es como un clásico griego –apunta Sebas Martín–, con el hombre maduro que retira al púber de la calle y lo protege”. En los cómics antiguos de Bob Kane, el hombre murciélago y el chico maravilla “dormían en la misma habitación, dentro de la gran mansión Wayne”, recordó Martín, para quien “el gran olvidado de esta relación es Alfred, la gran ama de llaves, de la que nunca se ha hablado”.