Marc Abecassis recuerda que una década atrás, cuando comenzó a coser el himen de mujeres en Francia para reconstruir artificialmente su virginidad, las operaciones ocurrían esporádicamente.
Sin embargo, el médico asegura que el ritmo de pacientes que llega para ese tipo de cirugía a su clínica, cerca de los Campos Elíseos, en París, ha crecido sin parar. “Desde hace tres años siempre hay más y más”, dice a bbcmundo.com.
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Ahora realiza entre tres y cinco operaciones de himenoplastia por semana. A su juicio, se trata de un modo de devolverles un estado de “virginidad mental” y técnico, para que vivan en armonía luego de experiencias sentimentales que prefieren borrar de sus vidas. Para el 80% o 90% de la población francesa, la cuestión de la virginidad ya no es importante en las familias.