Muchos niños comparecieron ante jueces de inmigración sin representación legal, algunos fueron transportados con grilletes o en jaulas, y se ignoraron las necesidades médicas de otros, según el estudio.
“No hay una política coherente. No hay quien se responsabilice por estos chicos, en cuidar de su seguridad”, dijo la autora del informe, Amy Thompson.
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El departamento de Seguridad Interna, que supervisa la inmigración y policía fronteriza, cuestionó la investigación.
El informe se efectuó examinando documentos de la agencia de inmigración y las políticas inmigratorias y estadísticas en Estados Unidos, México y Honduras. El centro también entrevistó a niños que fueron detenidos, funcionarios del gobierno, contratistas y trabajadores voluntarios en los tres países, y visitó dos instalaciones de Texas donde se retiene a los niños indocumentados.