Tony Hillerman, autor de aclamadas novelas policiales sobre la tribu Navajo y creador de dos de los más inusuales héroes de la literatura -los policías Joe Leaphorn y Jim Chee- murió de insuficiencia pulmonar. Tenía 83 años.

La salud de Hillerman, quien falleció ayer en el Hospital Presbiteriano de Albuquerque, Nuevo México, se fue deteriorando en los últimos dos años, dijo su hija, Anne Hillerman.

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El escritor sobrevivió dos ataques cardíacos y cirugías por cáncer de próstata y vejiga y siguió mecanografiando aun cuando empezó a perder la vista y el oído y pese a que una artritis reumática tornó sus manos en garras.

"Me estoy poniendo viejo", declaró en el 2002, "pero todavía me gusta escribir".

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Haciendo un repaso sobre la vida del autor, Anne Hillerman contó que su padre fue un narrador innato. "Tenía una curiosidad sobre el mundo tan maravillosa. Podía tomar pequeños detalles y darles vida, no sólo en sus libros, sino también en conversaciones".

Nacido el 27 de mayo de 1925 en Sacred Heart, Oklahoma, un poblado de 50 habitantes, Tony Hillerman fue el hijo menor de los granjeros August y Lucy Grove Hillerman, que también tenían una pequeña tienda. Fue allí donde el joven Tony escuchaba embelesado a personas de la localidad que se congregaban para relatar sus historias.

Aunque es más reconocido por sus libros sobre la tribu Navajo, Hillerman escribió unos 30 textos que incluyen una novela juvenil, las memorias Seldom Disappointed y libros sobre la historia y belleza natural de su amado suroeste.

Sus personajes
El teniente Joe Leaphorn, a quien presentó en su novela  The Blessing Way en 1970, era un policía con experiencia que comprendía, más no compartía, la creencia tradicional de su pueblo en un mundo ricamente espiritual. El oficial Jim Chee, a quien introdujo en  People of Darkness en 1978, era un agente más joven que estudiaba para llegar a ser un  hathaali, una especie de chamán para los Navajo.

Juntos lucharon a diario para tender un puente entre las divisiones culturales de la sociedad anglo dominante y la empobrecida población que se hacía llamar Dineh.

En 1987 Hillerman alcanzó el éxito comercial con  Skinwalkers, en la que por primera vez unió a ambos personajes en un mismo libro. La novela vendió 430.000 ejemplares de tapa dura y allanó el camino para A Thief of Time, que llegó a estar en varias listas de bestsellers.

En total, escribió 18 libros en la serie de los Navajo, el más reciente titulado The Shape Shifter.

Cada uno se caracterizó por su estilo narrativo sencillo, trama complicada, caracterización memorable y vívida descripción de los rituales indios y de la vasta meseta de la reserva Navajo en la región de las Cuatro Esquinas del suroeste estadounidense.

Los más aclamados, incluyendo Talking GodThe Coyote Waits, son exploraciones delicadas de la naturaleza humana y del conflicto de la asimilación cultural.

"Quiero que los estadounidenses dejen de pensar que los Navajo son personas primitivas, que entiendan que son personas sofisticadas y complicadas", dijo Hillerman alguna vez.