Para bajar de peso se necesita estar convencido de desearlo y de un buen plan alimentario según su requerimiento. Algunas personas creen que para bajar de peso es necesario tener una gran fuerza de voluntad. Pero otras, no tanto; están convencidas de que la clave está en el tipo de dieta que resulte efectiva.Según la médica nutricionista Mariuxi Egas, primero hay que tener claro el concepto de voluntad. Es una virtud humana que se caracteriza por una fuerza interna que permite a las personas conquistas heroicas, muchas veces inimaginables cuando las causas son totalmente conscientes.Puede estar basada en una decisión interna o una gran motivación de distinto origen que permite al individuo establecer una serie de conductas o comportamientos que lo conduzcan a lograr la meta planteada. Esto aplica para desarrollar una destreza física o intelectual, y se pensaría que también podría adaptarse a los hábitos alimentarios.“Esto no está tan alejado de la verdad. Las ideas construyen un conocimiento que si es convincente para el individuo le permitirá crear algunos patrones que lo llevarán a crear ciertas costumbres que con el tiempo se conviertan en hábitos saludables”, agrega Egas. Fórmula perfectaPara la nutricionista y dietista Daniella Ginatta, si se estudia a las personas que pretenden reducir kilos, todas tienen la misma necesidad, ganas y se podría decir que fuerza de voluntad. Sin embargo, muchas fallan debido a que no han adquirido lo que se considera la fórmula perfecta para lograr una pérdida de peso que se mantenga en el tiempo.Hacer dietas cortas es engañoso y la fuerza de voluntad será uno de los elementos más necesarios. En cambio, lo difícil es iniciar aquellas que supongan un cambio para toda la vida y en este caso se necesita un poco más.Se requiere haber adquirido un nivel de autoestima satisfactorio, que la persona sienta que su sobrepeso ya no corresponde a su cuerpo, y un plan para bajar de peso. ¿Se ve la diferencia?Si alguien simplemente basa su plan de pérdida de peso en la necesidad de lucir más delgado, ya existe una estructura o una razón flaqueante; y para que dure este motivo la reducción de kilos debe ser sólida.Por lo general, el “querer lucir más delgado” obedece a la estética dictada por la sociedad, generalmente fuente de la voluntad y no necesariamente de la autoestima de sentirse mejor, según Ginatta. Problemas comunesLa obesidad no es un problema de falta de voluntad puro, sino una enfermedad metabólica (significa que compromete ciertas glándulas que trabajan con los sistemas celulares que manejan la energía que el cuerpo necesita para vivir, interviniendo tanto en el depósito como el gasto). Egas asegura que afecta a muchos sistemas del cuerpo y con el tiempo los lesiona.También menciona que entre las causas más comunes suelen estar los problemas de depresión, ansiedad, sedentarismo extremo, ingesta de alimentos con elevado valor calórico, alteraciones hormonales o efectos secundarios al uso de ciertos medicamentos. Incluso es importante saber que la obesidad y el sobrepeso no son iguales. La primera es una condición más compleja que la segunda. Para facilitar su clasificación se ha creado un método de cálculo denominado índice de masa corporal (IMC), que establece la relación del peso en kilos, dividido para la talla elevada al cuadrado. Se consideran como rango normal los valores de 20 a 25 kg/m².El sobrepeso se encuentra en valores inmediatamente por encima de este rango hasta los 30 kg/m². Pudiera ser considerado como la fase inicial de la obesidad o representar un incremento exclusivo de la masa muscular, si se tratara de una persona con aspecto físico atlético. En ese caso su manejo nutricional será totalmente  diferente al del obeso,  ya que lo que se buscará es el mantenimiento.Pero cuando se habla de obesidad (IMC mayor a 30 kg/m²) la concentración de grasa ha ganado espacio y empieza a actuar una serie de mecanismos hormonales. En los casos de obesidad mórbida (IMC mayor a 40 kg/m²) la concentración de grasa en el cuerpo alcanza el 100 o 150% del peso corporal, y hablar de voluntad en esta etapa es casi una utopía. Detectar el riesgo de obesidadLa doctora Egas considera importante detectar a las personas (niños y adultos) en riesgo, con malos hábitos alimentarios y de vida (sobrepeso). El objetivo es recuperarlos antes de que se compliquen con el tiempo y progresen hacia la obesidad. Esta es una enfermedad que cada vez compromete a un mayor  porcentaje de población adulta en el Ecuador y empieza a  afectar a un cierto número de niños. Aunque al inicio se pensó que las causas exclusivas eran debilidad de carácter y voluntad.Para las personas que viajan por este largo camino, agrega Egas, seguro recordarán que no fue rápido el cambio del estado de talla L, M, S a las superXXXX.  En los primeros periodos, con información adecuada y motivación suficiente, la voluntad hubiera podido hacer grandes cambios. Pero en etapas avanzadas el camino es más espinoso. ¿Quién tiene mayor fuerza de voluntad?. El que está más convencido, por lo que es un proceso que necesitará pasar a través de la razón a la convicción y ejecución. No existen personas faltas de voluntad, sino poco o mal  convencidas. (S.M.).