El papa Benedicto XVI exhortó hoy a los obispos ecuatorianos a defender la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, defender la vida en todas sus etapas y destacó la "responsabilidad" de los padres en la educación moral de sus hijos.

El Pontífice lo manifestó así en el discurso que dirigió a los prelados ecuatorianos que se encuentran en el Vaticano para la visita "ad limina apostolorum", la que están obligados a realizar cada cinco años todos los obispos del mundo al Papa.

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Tras asegurar que los hombres tienen "necesidad" de un encuentro "personal" con Dios, el Papa les dijo a los obispos ecuatorianos -encabezados por Antonio Arregui Yarza, arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador- que para desarrollar su labor "en medio de un ambiente cultural y social que parece olvidar las raíces espirituales más profundas" tienen que llevar a cabo "un generoso esfuerzo de difusión de la Palabra de Dios". De esta manera, señaló, nadie tiene que quedar "sin este imprescindible alimento espiritual, fuente de vida".

Benedicto XVI les agradeció la labor que realizan "para reclamar la atención de la sociedad sobre aquellos valores que hacen la vida humana más justa y solidaria" y les exhortó a defender la familia tradicional basada en el "vínculo de amor" entre un hombre y una mujer.

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El Obispo de Roma reiteró la defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, con lo que de nuevo condenó el aborto y la eutanasia, y dijo que es responsabilidad de los padres la educación moral de los hijos, "para transmitir a las nuevas generaciones los grandes valores humanos y cristianos que han forjado la identidad de vuestros pueblos".

Escasez de curas
El Pontífice reconoció la "escasez de clero" en muchas partes de Ecuador y pidió a los obispos que transmitan a los jóvenes "la pasión por Jesús y los grandes ideales del Evangelio".

"Ese esfuerzo ha de ir acompañado del máximo cuidado en la selección y en la preparación intelectual, humana y espiritual de los seminaristas", precisó el Papa.

El Papa Ratzinger aseguró que Ecuador necesita "un laicado maduro comprometido" y animó a los obispos a prestar una atención especial a los que pasan necesidades, los ancianos, los niños, los emigrantes y las mujeres abandonadas o maltratadas.