Las personas con enfermedad de Parkinson son más propensas a tener bajos niveles de vitamina D, según el último estudio que ilustra cómo consumir muy poca cantidad de esa vitamina sería perjudicial para la salud.

En una investigación publicada el lunes en la revista Archives of Neurology, un grupo de investigadores examinó los niveles de vitamina D en la sangre de unas 300 personas de alrededor de 65 años, un tercio de ellas con Parkinson, otro tercio con enfermedad de Alzheimer y el resto, saludables.

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El equipo halló que el 55 por ciento de los pacientes con Parkinson tenía bajos niveles de vitamina D, comparado con el 36 por ciento de los participantes saludables y el 41 por ciento de los que padecían Alzheimer.

La investigación fue publicada el mismo día en que una de las entidades pediátricas más importantes de Estados Unidos aconsejó que los niños reciban el doble de vitamina D de lo que se recomendaba previamente, debido a la creciente evidencia de la importancia de la vitamina D en la prevención de dolencias.

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La doctora Marian Evatt, de la Escuela de Medicina de la Emory University en Atlanta, dijo que era demasiado pronto, a partir de los resultados del nuevo estudio, para concluir que la baja vitamina D era causa de la enfermedad de Parkinson.

La experta indicó que padecer esta condición cerebral haría que una persona tenga bajos niveles de vitamina D y no al revés.

El cuerpo produce vitamina D cuando la piel está expuesta a la luz solar y las personas con Parkinson serían menos propensas a realizar actividades al aire libre, explicaron los investigadores.

La leche suele fortificarse con esta vitamina, que se encuentra también en los pescados grasos como el salmón.

La vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio y es considerada importante para la salud ósea. En los adultos, su deficiencia puede generar osteoporosis y en los niños, raquitismo.

Una serie de estudios indicó que la vitamina D ofrecería varios beneficios para la salud, como proteger contra algunos tipos de cáncer y otras condiciones.

La enfermedad de Parkinson es provocada por la destrucción de las células cerebrales que producen el neurotransmisor dopamina, que normalmente envía señales que ayudan a coordinar los movimientos del cuerpo.

La dolencia suele desarrollarse después de los 60 años, aunque puede aparecer antes en algunas personas.

Los síntomas incluyen temblores, rigidez muscular, dificultad para caminar, problemas de equilibrio y movimientos lentos. El Parkinson empeora con el tiempo y no tiene cura por el momento, aunque algunos tratamientos ayudan a controlar los síntomas durante cierto lapso.