Los restos del dramaturgo descansan a la altura de la puerta 6 del Cementerio General.
Cuando un amigo se va y A mis amigos, en las voces de Nerio David y Mariel Córdoba, fueron las dos últimas composiciones que se interpretaron ayer en la despedida al dramaturgo José Martínez Queirolo, quien falleció de cáncer el pasado martes, a los 77 años.
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Los dos cantantes intervinieron con este homenaje, mientras los amigos y familiares de Pipo, como se lo conocía al dramaturgo, aguardaban junto a la bóveda 10830, entrando por la puerta 6 del Cementerio General, donde ahora descansan sus restos.
Marcos Martínez, sobrino del fallecido, agradeció con unas palabras a quienes se hicieron presentes en el funeral: “Los espero en Doscarátulas (grupo fundado por Pipo), el telón no se ha cerrado, sigue abierto para ustedes”.
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Él también intervino unas horas antes en el tributo que se le ofreció al dramaturgo en la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, donde se velaba su cuerpo.
En este lugar se recordó con anécdotas, música y poesía, la vida y dedicación al teatro de José Martínez Queirolo.
La soprano Beatriz Parra cantó Romance de mi destino, en recuerdo de las tertulias, donde ella y Pipo participaron. “Él la interpretaba a voz en cuello y hasta actuaba para nuestros amigos”.
El actor Raúl Hernández, pupilo del dramaturgo, con voz entrecortada mencionó que el fallecido fue su padre de crianza. “Gracias, papito bello”, dijo constantemente por haberlo ayudado en su vida personal y haberle abierto las puertas en el teatro. “Mi segundo hijo se llamará como tú, José Miguel”, añadió.
Los presentes en el teatro de la Casa de la Cultura despidieron a Pipo con aplausos y de pie, como cuando una función de teatro finaliza.
Asimismo, en los bajos del edificio de la institución, mientras miembros de la Junta de Beneficencia movilizaban el féretro a la carroza, una voz gritó “Bravo, Pipo”, y todos respondieron con más aplausos.
Participaciones
La escritora Rosa Amelia Alvarado Roca, los actores Lucho Mueckay, Marina Salvarezza y Antonio Santos y el tenor Ángel Oyola fueron algunos de los que tomaron la palabra en el funeral del dramaturgo José Martínez Queirolo.