El presidente Rafael Correa dijo que la prensa quiere hacer ver como el vencedor de las últimas votaciones en Guayaquil al alcalde Jaime Nebot, cuando en realidad obtuvo el 47% de la votación con la ayuda de la Iglesia católica, los evangélicos y las radios.

En ese marco, el Jefe de Estado señaló que “hay mucha hipocresía” cuando se dice que el Gobierno está cerrado al diálogo con el alcalde, ya que se puede demostrar que varias veces el Gobierno le ha invitado a dialogar “y nunca vino”. “Aquí se manejan muchos dobles discursos”, expresó.

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Al referirse al voto duro de las mujeres de Guayaquil por el No, Correa relacionó el hecho con la “campaña” que –según él– hizo la Iglesia hasta el día del referéndum. “La Iglesia católica hasta el día domingo hizo campaña en Guayaquil, pusieron de nuevo el enunciado de la Conferencia Episcopal sobre el aborto y en muchas iglesias eran reflexiones básicamente por el No y la gente salía a votar. Está comprobado, las mujeres son más religiosas”, dijo.

“Es una paliza lo que le hemos dado, 14 mil votos de diferencia, hemos ganado en 16 parroquias, le hemos dado en cada rincón de la Patria y ahora resulta que ganó Nebot”, concluyó el Jefe de Estado.

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Por su parte, el ex presidente de la Asamblea, Alberto Acosta (PAIS), defendió el trabajo efectuado en Montecristi durante un debate académico en la Flacso. Dijo que  Nebot y el Gobierno perdieron en Guayaquil y señaló que no ve –desde Acuerdo PAIS– una propuesta política para la ciudad.

Acosta agregó que al plantear elecciones primarias no se tendrá que vivir una situación similar a lo sucedido en Montecristi, donde “había unos cuantos asambleístas que nunca debieron haber sido candidatos de Acuerdo PAIS”, aunque no mencionó nombres.

En torno al Gobierno, el Mandatario señaló que sí se están analizando cambios en el gabinete y en su momento se informarán. “Hay que ir ajustando ciertos sectores, respondiendo a las coyunturas, a las nuevas visiones, a los nuevos ritmos”, dijo; aunque descartó que esos cambios vayan a ser consecuencia de las elecciones o de una crisis en el gabinete.