Sin pausa, sin hablar, y a pura música, sacaron de sus asientos a varias generaciones en una inédita euforia muy rara en tan formales ambientes.
Abreviando, arrancaron con Shine On, On the run y Time del disco Dark Side of the Moon de 1973 que marcó un antes y después en la popularidad de Pink Floyd. Con efectos de sonido, sobresaliendo una vocalización muy soul de Omar Naranjo, Lalo Wong acertado en guitarra y finalizando las canciones con una intensidad que presagiaba lo que venía en el programa, la banda interpretó Wish you were here invitando a Javier Jones a cantar de la mesa de Andrés Gómez y desatando una algarabía ochentera, realmente contagiosa.
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Con In the flesh iniciaron canciones del disco The Wall de 1979, una ópera rock de corte épico que sintetiza todo lo mejor de Pink Floyd.
Letra sarcástica, cuasi-teatral y un sonido sentencioso que fusiona el hard rock con lo espacial y sinfónico hicieron que el pequeño teatro experimental se desborde con euforia.
The Wall, verdadera metáfora de la época hippie con letra como We dont need no education y Mother hicieron furor. Pero fue Comfortably Numb con vocales espectaculares, vuelos de guitarra y una poética sinfónica notable, lo que constituyó lo mejor del espectáculo de la noche.
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El septeto compuesto por Lalo Wong, en guitarra, Héctor Suárez, en bajo, Luis Sigüenza, en saxo alto, Juan Carlos López, teclados, Susy Nickel, en segunda voz, y coros, y un destacado Omar Naranjo en primera voz cumplieron un programa audaz liderado por un auténtico “animal” de la batería, un ícono musical ecuatoriano, Willy Wong.
Con un Medley que comenzó con Satisfaction y terminó con Twist And Shout la banda satisfizo a un público que al final quería seguir farreando. Todo un triunfo para el Teatro Centro de Arte.