Un esquema económico así, en el cual cada país se autoabastece de lo necesario, es conocido como “autarquía” y funcionó en algunas naciones atrasadas antes de la revolución industrial. En la actualidad es un sistema absolutamente insostenible. Imaginemos un Ecuador obligado a producir todos los alimentos, medicinas, tractores, ambulancias, libros, reactivos químicos, programas informáticos o minerales que necesita, para mencionar solo algunos de los bienes indispensables de hoy. Imaginemos, también, la situación del empleo nacional sin exportaciones de banano, flores y camarones, entre otros.
La economía colapsaría.

La crisis económica mundial ya comenzó. No sabemos cuánto durará y cómo nos afectará, pero no es solución la política del avestruz, que esconde su cabeza para no ver el entorno, creyendo que así el peligro se alejará.