Las autoridades políticas de Nueva York dieron la voz de alarma a principios del año pasado de que la ciudad corría peligro de perder a manos de Londres su condición de centro financiero más importante del mundo. Eso fue antes de la caída de uno de los principales bancos de inversión de Wall Street, Bear Stearns, y de que una segunda entidad, Lehman Brothers, buscara protección en la ley de quiebras.

Los funcionarios y economistas de Nueva York están ahora más preocupados por el futuro del sector financiero de la ciudad. Sin duda seguirá siendo un centro financiero global después de la crisis actual, afirman, pero sus días de liderazgo pueden estar terminando.

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“Esta es la más grave de las crisis de servicios financieros”, y su centro es Wall Street, dice Robert N. Sloan, que dirige el reclutamiento de ejecutivos de servicios financieros de Egon Zehnder International de Manhattan. “Hay grandes firmas que se derrumbaron o corren peligro de hacerlo. Es una deconstrucción del sector de servicios financieros que conocemos”.

Muchos analistas destacan que los recursos de las grandes compañías financieras ya estaban emigrando a Londres mucho antes de la crisis. Para capitalizar el rápido crecimiento de Asia, los bancos se desplazaron a Londres, que se convirtió en “el trampolín para hacer negocios de cara al este”, señala Sloan.

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La rivalidad transatlántica aumentó después de 2005, cuando las compañías que hicieron su primera venta de acciones recaudaron más dinero en Londres que en Nueva York. Si bien ese desplazamiento puede haber sido temporal, los funcionarios estadounidenses exigieron cambios regulatorios para que Wall Street resultara más atractiva a las empresas extranjeras.

El alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, y el senador Charles E. Schumer, citaron un estudio que realizó la consultora McKinsey & Company “Si no hacemos nada en 10 años, seguiremos siendo un importante centro financiero regional pero no la capital financiera del mundo”.

En un informe de este mes, el Foro Económico Mundial ubicó a Estados Unidos apenas por delante de Gran Bretaña en una evaluación del desarrollo financiero global. Estados Unidos tuvo el primer lugar por las dimensiones y la eficiencia de sus bancos, pero quedó tras Gran Bretaña en lo relativo a bancos de inversión, firmas bursátiles y otras compañías financieras.

Nouriel Roubini, profesor de Economía de la New York University y uno de los autores del estudio, señala que ambos países padecen la crisis y que una vez finalice, pueden recibir una calificación aun más baja con relación a la estabilidad financiera.

“Es una crisis económica y financiera en la que centenares de bancos van a quebrar”, dice Roubini, que agrega que el daño no se limitará a Estados Unidos. “Bancos suizos como UBS perdieron tanto como Citigroup”.

El ascenso de Londres amenaza algo más que el ego de los neoyorquinos.

Se considera que Wall Street es el sector más importante de la economía de la ciudad. Este año bancos y firmas bursátiles anunciaron una reducción de 83.000 puestos de trabajo, la mayoría en Nueva York.

Cuánto de lo que pierda Nueva York irá a parar a Londres –o a Hong Kong o Dubai- es un tema delicado para los empresarios y funcionarios de la ciudad.

Los inversores extranjeros pueden dejar de invertir en las empresas y mercados estadounidenses, señala Kathryn S. Wylde, gerente general de la Sociedad para la Ciudad de Nueva York, porque los mercados globales están relacionados y las grandes firmas de Wall Street están también entre las más grandes de otros países.

“Es importante recordar que Lehman es también una firma de Londres. Todo esto perjudica a Londres tanto como a Nueva York”, dijo Wylde.