Unos  60 familiares de la futura Santa se  reencontraron e intercambiaron recuerdos.

A sus 79 años, Catalina Martillo Plúas aún recuerda cuando le tocó vestir a la que fue su tía abuela, la beata Narcisa de Jesús Martillo Morán, cuando arribó sin vida desde Perú el 30 de abril de 1955.