Los elementos esenciales de la trama, esto es, el rechazo a la vieja y fea mujer que solicita amparo al joven y engreído príncipe, subraya el peligro de la superficialidad. La vieja se transforma en una bella mujer que lo castiga convirtiéndolo en un monstruo y a sus sirvientes en objetos parlantes (tetera, candelabro, reloj y ropero). Solo el amor correspondido podrá romper el hechizo.